Cepeda vs. Uribe Londoño. Dos «pollos que entran a la pelea», dos precandidaturas con diferentes visiones de país.

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La entrada en la arena precampaña presidencial de dos figuras políticas, una de izquierda y una de derecha que se suman a la larga lista de aspirantes a recibir las llaves de la casa de Nariño, podría poner pesos diferentes a la balanza de las dos líneas políticas mas marcadas en el país.

Perfiles y recorridos

Iván Cepeda (Pacto Histórico) Hijo de Manuel Cepeda —senador de la Unión Patriótica asesinado—, edificó su capital moral en la defensa de derechos humanos y la búsqueda de la paz. Fue representante (2010–2014) y es senador desde 2014; ha sido negociador del Gobierno en procesos con ELN y, más ampliamente, arquitecto de la política de “paz total” del actual gobierno.

Miguel Uribe Londoño (Centro Democrático) es un veterano dirigente conservador de la vieja guardia: exconcejal de Bogotá, exsenador y expresidente de Fedecacao. Su nombre reaparece con fuerza tras el asesinato de su hijo, Miguel Uribe Turbay (senador y precandidato), crimen que sacudió la campaña y reabrió el debate sobre seguridad. Por decisión familiar y del partido, el padre asume la precandidatura del uribismo. Su discurso pivota en la restauración del orden y el combate frontal al crimen.

Logros y puntos de contraste

  • Cepeda: instaló su reputación en el control político y en la agenda de víctimas y paz. Su rol como negociador/impulsor de la “paz total” le da coherencia narrativa (paz como proyecto de Estado), pero también lo expone a los vaivenes de un proceso golpeado por rupturas del cese con el ELN y reacomodos del crimen organizado.
  • Uribe Londoño: cuenta con experiencia acumulada en Congreso y gremios; conoce el Estado. Su mayor activo hoy es simbólico: encarna el legado interrumpido de su hijo y una reivindicación de la seguridad democrática del uribismo. Ese mismo marco, sin embargo, lo sitúa en la competencia interna de una derecha fragmentada que intenta reordenarse tras el homicidio y con pujas internas entre sus otros precandidatos y los externos que buscan el guiño del Álvaro Uribe, líder natural del partido Centro Democrático.

Líneas de campaña

  • Cepeda: se lanzó a la precandidatura del Pacto Histórico dejando claro que “no es el candidato de Petro”. Apuesta programática: paz negociada, justicia social, continuidad (corregida) de la “paz total”, sin romper con el Gobierno, pero marcando autonomía política. En lo táctico, quiere llegar a la consulta interna del 26 de octubre con identidad propia y sin renunciar a su curul.
  • Uribe Londoño: seguridad como eje, orden público y respaldo a Fuerza Pública, con un relato de “nunca más” a la violencia política. Entrará en el mecanismo del Centro Democrático (encuesta diciembre–enero) y luego en una consulta amplia de la derecha en marzo de 2026 (día de legislativas).

Cepeda tiene a favor la maquinaria del Pacto —hoy gobierno—, reconocimiento nacional y una base progresista movilizada. Su talón de Aquiles es la evaluación ciudadana de la seguridad y de los resultados de la “paz total”. Si el orden público sigue deteriorado, su marca “paz” puede volverse un costo. Si, en cambio, el Gobierno logra hitos verificables (reducción de violencia regional, avances con ELN/Clan del Golfo), Cepeda capitaliza como el candidato de la “solución política”. Hoy, el tablero luce mixto: reanudación de conversaciones con el Clan del Golfo, pero con antecedentes recientes de ruptura con el ELN.

Uribe Londoño entra con alto conocimiento en círculos políticos, respaldo del uribismo y un clima de opinión sensible a la seguridad tras el asesinato de su hijo. Seguramente se enfocara en una narrativa emotiva, la unidad partidaria coyuntural y un enemigo claro (la inseguridad).

Su principal falencia es la edad política frente a un electorado joven; tendrá la necesidad de demostrar vigor programático más allá del duelo; y ganar primero la primaria interna y luego una consulta de derechas, donde compiten liderazgos con mayor recordación reciente.

Colombia llega a 2026 partida entre dos ansiedades: seguridad y cambio social. Cepeda ofrece continuidad del cambio vía negociación y derechos; Uribe Londoño, restauración del orden con la promesa de mano firme.

La elección se jugará en tres pantallas: i) la percepción de seguridad de aquí a marzo de 2026; ii) la unidad (o no) de cada bloque en sus consultas; y iii) la capacidad de tejer centro.

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