Por: Wilson Acosta Gaviria, Preventòlogo en adicciones y Consejero Terapéutico en Drogodependencias.
Desde este espacio brindaremos información y orientación a las familias y comunidades en relación a estas temáticas.
En esta oportunidad nos referiremos a la adicción, la cual se define como una enfermedad crónica, progresiva y fatal del cerebro que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de sus consecuencias nocivas. Se considera una enfermedad del cerebro porque las drogas modifican este órgano: su estructura y funcionamiento se ven afectados.
Por lo general, la decisión inicial ( experimental) de consumir drogas es voluntaria. Sin embargo, con el consumo continuo, la capacidad de una persona para ejercer el autocontrol puede verse seriamente afectada y, además, cuanto más se abusa más complicado es dejar las drogas. Y, en consecuencia, mayores son los daños para la salud y para la calidad de vida del afectado.
Por este motivo es fundamental una detección temprana y, para conseguirlo, el papel de la familia, amigos y compañeros puede ser esencial para la concientización y búsqueda de ayuda.
Uno de los principales problemas es que el paciente, en la mayoría de casos, no es consciente de que sufre una consumo que se convirtió en problemático o llegó a la fase de la dependencia y necesita tratamiento, lo cual retrasa mucho la búsqueda de solución al problema.
Las señales de detección pueden variar según el tipo de droga consumida y dependiendo de la fase de consumo en la que se encuentre, en nuestra primer publicación, queremos presentar 7 señales que pueden ayudar a identificar si existe consumo problemático de alguna sustancia psicoactiva:
1.- Cambios en el aspecto físico, como descuido del aseo personal y sangrados nasales. También es frecuente que los consumidores traten de disimular, aplicándose usando artículos que puedan ocultar el olor que estas producen (chicles para el aliento, gotas para el enrojecimiento ocular, perfumes, etc.).
2.- Cambios en el estado de ánimo. La irritabilidad, la tristeza o estados eufóricos irregulares son a menudo una señal clara de que existe algún factor que afecta a un comportamiento normal. También puede ser que se quiera pasar más tiempo a solas o la falta de interés por involucrarse en actividades familiares o sociales.
3.- Cambios en el desempeño laboral o escolar. El consumo de drogas, suele conllevar a una mayor distracción y una bajada de rendimiento en el trabajo, accidentes laborales a ausentismo o, en el caso de los adolescentes, del rendimiento académico y disciplinario.
4.- Cambios en las relaciones familiares y sociales, como un mayor aislamiento o cambios de amistades, regularmente ahora permanece con «amistades» consumidoras o tribus urbanas.
5.- Cambios en la economía y hábitos de consumo. Por ejemplo, vende sus pertenencias, la extraña desaparición de dinero o pertenencias, algunos envoltorios y artefactos sospechosos como pipas, tubos, etc.
6.- Cambios en la rutina alimentaria, como la falta de apetito alternando con episodios de hambre descontrolado.
7.- Problemas de salud frecuentes o molestias físicas, tales como dolores de cabeza y resfriados recurrentes, enrojecimiento de los ojos, dedos y labios quemados, daños en las fosas nasales.