Durante cinco días, Aguazul vivió una de las jornadas de búsqueda más intensas y conmovedoras de los últimos tiempos.
El municipio entero, acompañado por organismos de socorro, autoridades locales, empresas privadas y comunidades de veredas como La Vegana y Únete, se unió en un solo propósito: encontrar a Estefani Samara Guerrero Gómez, la niña desaparecida en aguas del río Únete.

La operación de búsqueda comenzó desde el primer momento de su desaparición y se extendió sin descanso, día y noche. Bajo la coordinación del alcalde Nelson Camacho y el gobernador César Zorro, con el apoyo del Comité Municipal y la Dirección Departamental de Gestión del Riesgo, se desplegó un esfuerzo interinstitucional sin precedentes. Bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja, Fuerza Aérea Colombiana, Ejército Nacional y la comunidad local trabajaron hombro a hombro en un escenario que conjugó tecnología, valentía y solidaridad.

“Desde el inicio activamos todas las capacidades del sistema. El objetivo fue siempre uno: encontrar a Estefani Samara. La comunidad ha sido ejemplar, apoyando desde el primer día con solidaridad y liderazgo”, relató Guillermo Velandia, director departamental de Gestión del Riesgo.

Los equipos recorrieron más de 18,5 kilómetros del trayecto posible que pudo seguir el cuerpo de la menor. La labor se realizó por tierra, aire y agua: sobrevuelos de drones, búsquedas con buzos, patrullajes fluviales y hasta el trabajo especializado de binomios caninos del cuerpo de bomberos de Villanueva, que rastrearon sectores de difícil acceso. “Hoy realizamos un barrido de 500 metros en zonas de interés. Estos animales entrenados son fundamentales para fortalecer la búsqueda”, explicó el cabo John Huertas.

El cansancio nunca frenó la esperanza. Cada jornada, los voluntarios y socorristas regresaban al río con la misma determinación, impulsados por el acompañamiento de la comunidad y el llamado permanente a que los habitantes de zonas ribereñas aportaran cualquier indicio.
Finalmente, en el sector de la escuela La Esperanza, a orillas del río Únete, se produjo el hallazgo. El cuerpo de Estefani Samara fue encontrado, en el río Unete, Vereda La Esperanza, sector finca El Capricho, a 46 km del punto donde fue arrastrada (junto con su abuela y su madre) en la vereda La Vegana, después de varios días y tras un despliegue que, aunque doloroso en su desenlace, puso en evidencia la fuerza de la unión comunitaria.
El alcalde de Aguazul, Nelson Camacho, expresó su gratitud: “En momentos como este, la fuerza de nuestra comunidad se hace visible en cada gesto de apoyo, en cada jornada de búsqueda, en cada palabra de aliento. Gracias a todos los que no descansaron hasta lograr este propósito”.
El desenlace trajo consigo un silencio cargado de duelo, pero también el reconocimiento al esfuerzo incansable de todos quienes participaron. La tragedia de Estefani Samara no solo deja una profunda tristeza en Aguazul, sino también la enseñanza de que, ante la adversidad, la solidaridad es el mayor reflejo de humanidad.
