Familias que por años no han pagado ni siquiera $4.000 mensuales de servicio de agua y hasta un exconcejal de Tame (Arauca) que vive en el asentamiento Mi Nueva Esperanza con su esposa (a quien hace pasar como madre cabeza de familia), e incluso personas que tienen hasta dos y tres casas.
Ese es parte del panorama que el dirigente Javier Pérez (foto) planteó, reiterando su solicitud a la Alcaldía de realizar un exhaustivo estudio socioeconómico para detectar con exactitud las familias que deben ser incluidas en el proceso de reubicación que está a punto de materializarse en un lote aportado por el municipio para atender la necesidad de vivienda de dichas familias.
En cuanto al recaudo de dineros que se viene realizando como aporte de la comunidad para sufragar los gastos de loteo, Pérez defendió la idea diciendo que se trata de un acuerdo pactado con más de 200 familias residentes y que él no recauda esos dineros que se le pagan directamente a una firma que está realizando el proceso.
“Lo que pasa es que acá hay mucho ‘avivato’, mucha gente que se las dan de ‘citicos’ y quieren que todo sea gratis y tampoco las cosas pueden ser así: por eso le pido a la Alcaldía que haga un estudio socioeconómico muy serio para ver realmente cuáles son las familias que tienen la necesidad de vivienda”, solicitó el dirigente.
La invasión “Mi Nueva Esperanza” está integrada por varios centenares de familias que hace 8 años se tomaron la ronda del caño Usívar, perteneciente a predios privados, y para cuya reubicación se plantea el uso de un lote en la Cra. 5ª con calle 42 de Yopal, en donde el municipio tiene planteada la reubicación.
