116 meses después de la destrucción de la planta principal del acueducto de Yopal y de una inversión para atender dicha emergencia que fácilmente puede llegar al medio billón de pesos (incluida una planta de tratamiento nueva que costó más de $100 mil millones y todavía no funciona) la solución definitiva al problema sigue salpicada de dudas e incertidumbres.
Parado a pocos metros de los poliedros torcidos de una barrera que se construyó para proteger dicha infraestructura, el veedor Jairo Palacios, insiste en sus denuncias sobre el despilfarro que ha significado esa obra.
«Ese muro de contención que costó 12 mil millones de pesos no quedó presupuestado ni hacía parte de los diseños originales de un señor de apellido Logreira que se enriqueció a costillas de este problema, diseñando la nueva planta de tratamiento del agua potable de Yopal, obra que todavía no funciona», recordó Palacios.
El veedor permanece a la espera de que se resuelva de una vez por todas el curso de una acción popular que desde hace más de tres años se tramita ante el Tribunal Administrativo de Casanare para buscar que se resuelva de forma definitiva la problemática que desde 2011 (cuando un derrumbe destruyó la estructura original), le ha costado a Yopal miles de millones de pesos, un paro, decenas de protestas, racionamientos de agua, despilfarro de recursos y hasta la cabeza de un Alcalde.
Además de la demora en la entrega de la obra, construida con la participación de dos firmas españolas tan torcidas como los poliedros (la firma Abengoa y luego el consorcio AZVI), la comunidad reclama que se materialice la compensación ambiental del proyecto (cuyo cálculo es de $3.000 millones) y claridad total en la propuesta de conexión de la planta al sistema de tubos que actualmente conduce el líquido de dos plantas de apoyo (la modular y la «conciliada») hasta el casco urbano de Yopal.
Por insólito que parezca, los famosos diseños tampoco contemplaban una línea de conducción de tuberías que traiga el agua que debe procesarte en la flamante planta hasta la ciudad.
Para Palacios, a 4 meses de que se cumplan los 10 años de la destrucción del acueducto, la solución no parece estar «a la vuelta de la esquina»…
