El Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Fusagasugá ha solicitado abrir una investigación contra el exciclista colombiano Luis Alberto «Lucho» Herrera por su presunta participación en la desaparición forzada de cuatro personas en octubre de 2002. La decisión se basa en testimonios de exparamilitares que lo vinculan con estos hechos.
La orden la dio la jueza María del Pilar Bocarejo, del Juzgado Cuarto Penal con Función de Conocimiento de Fusagasugá, ciudad del departamento de Cundinamarca de donde es oriundo y reside Herrera, conocido como ‘El jardinerito de Fusagasugá’.
Testimonios de exparamilitares
Según informes de Noticias Uno, dos exintegrantes de grupos paramilitares, identificados como Luis Fernando Gómez Flórez, alias «Ojitos», y Óscar Andrés Huertas, alias «Menudencias», declararon ante la justicia que Herrera habría solicitado la eliminación de sus vecinos, acusándolos de ser milicianos de la guerrilla. Sin embargo, los exparamilitares afirmaron que el verdadero motivo era apropiarse de las tierras de las víctimas.
En una sentencia anticipada a uno de los paramilitares implicados en este caso, la jueza explicó que el condenado, Luis Fernando Gómez Flórez, «realizó señalamiento directo en contra de Lucho Herrera en la diligencia indagatoria del 11 de octubre de 2022».
El caso se remonta a 2002 cuando, según la versión de Gómez, alias ‘Ojitos’ y de otro exparamilitar llamado Óscar Andrés Huertas, alias ‘Menudencias’, recibieron la orden de Martín Llanos, jefe de las Autodefensas Campesinas del Casanare, de atender un encargo de Herrera.
Según Gómez, el objetivo era «mandar a limpiar (desaparecer) a una gente que era miliciana de la guerrilla» y que en realidad eran vecinos del deportista identificados como los hermanos Víctor Manuel y José del Carmen Rodríguez Martínez, Gonzalo Guerrero Jiménez y Diuviseldo Torres Vega, «desparecidos el 23 de octubre de 2002, en circunstancias similares», señala el documento judicial.
Al parecer, la orden era quitarse de encima a los cuatro hombres a quienes Herrera supuestamente quería quitarles tierras para los negocios inmobiliarios que emprendió después de que se retiró del ciclismo.
«Esa gente colindaba con la finca de él, eran fincas pequeñas que colindaban con la finca de él», dijo el exparamilitar condenado, quien agregó que «luego se supo que estas personas no eran milicianas de la guerrilla, sino que no quisieron venderle las tierras a Lucho Herrera», según se lee en la sentencia de la jueza.
Los desaparecidos fueron identificados como Gonzalo Guerrero, Víctor Manuel Rodríguez, José del Carmen Rodríguez y Diubiceldo Torres, quienes residían en propiedades colindantes con las de Herrera en Fusagasugá.
Detalles del caso
Los testimonios indican que Herrera proporcionó a los paramilitares fotografías de las personas que deseaba fueran «recogidas», junto con una suma de dinero para la adquisición de armas y motocicletas. Posteriormente, las víctimas fueron secuestradas y, según las confesiones, asesinadas y enterradas en una finca cercana.
Alias «Ojitos» y «Menudencias» han sido condenados por estos crímenes y sus declaraciones han sido fundamentales para que el juzgado ordene la investigación contra Herrera.
Reacción de la familia
Andrés Fabián Rodríguez, sobrino de una de las víctimas, expresó su sorpresa al conocer la implicación de Herrera en el caso y pidió que se haga justicia. «Nos gustaría que se investigue a fondo y que se esclarezca la verdad», manifestó.
