La imagen de un encuentro «casual» del Contralor Departamental, Cipriano Castro Medina, con el controvertido dirigente político casanareño, José Rodolfo «el Negro» Pérez, volvió a generar un torrente de suspicacias, en torno al escándalo que desataron las denuncias de Castro Medina por supuestos hechos de corrupción en torno a la asignación de un polémico contrato de Alianza Empresarial entre la EAAAY y la firma INGENICONTEC.
Como se recordará, el hecho ganó impacto nacional por cuenta de la divulgación de sendas denuncias en la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía, Contraloría General y Procuraduría, en torno a afirmaciones de una repartición de porcentajes y pagos (incluso tasados en dólares) para facilitar la negociación, denuncias en las cuales aparecen mencionados el Alcalde (Luis Eduardo Castro), el Gerente de la EAAAY (Jairo Bossuet Pérez Barrera), el Jefe Jurídico de dicha entidad (Manolo Pérez) y el actual Congresista casanareño, el liberal Hugo Archila.
Aunque Cipriano Castro ha defendido su gesto de denuncia como un acto de deber moral «como funcionario público que vela por los recursos del departamento» y aunque muchos sectores se han alineado en torno a la conveniencia de su actitud, desde otros círculos de opinión se criticó su postura, a la cual se le atribuyó un evidente interés político con alcances electorales, en un año donde se juega el relevo de mando en los poderes regionales.
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Algunos críticos van más allá al endilgar al controvertido «Negro» Pérez la motivación de la demanda, afirmando que el Contralor es una «ficha política al servicio de intereses puramente electorales».
Y, precisamente, la fotografía no se puede conocer en un momento más polémico pues recoge un encuentro, aparentemente «casual» del funcionario con Pérez, en las instalaciones del Aeropuerto de Yopal, precisamente la semana pasada, en momentos previos a la comparecencia de Cipriano en Bogotá para la realización de sus denuncias y su salida a medios del orden nacional con la denuncia advirtiendo de la polémica situación alrededor del contrato.
¿Fue una actuación concertada del Contralor con actores políticos de Casanare, la denuncia, buscando un efecto político?, ¿existe una real motivación de Cipriano Castro por preservar los dineros públicos de la ciudad?, ¿hay una interferencia de intereses electorales en las actuaciones del Contralor?, ¿el «Negro» Pérez influye de alguna forma en la conducta del funcionario y en torno a sus denuncias en este caso?
Son solo algunas de las inquietudes y preguntas que rondan esta polémica situación y que por ahora, nadie se atreve a absolver.
Sobre el tema, la Contraloría General de la República emitió un comunicado que fue interpretado como un «reproche» a la actitud del Contralor Departamental, pues la CGR recordó que desde ahce varios meses adelanta una vigilancia especial sobre dichos procesos y asegura que incluso la misma dependencia departamental le ha remitido al menos 9 quejas sobre dichos procesos.
