Uso fraudulento de firmas, suplantación de cargos, violación de jerarquías, entre otros, quedaron al descubierto en medio de una aguda crisis de liderazgo que vive el POLO DEMOCRÁTICO ALTERNATIVO de Casanare, por el enfrentamiento público de sectores del Comité Ejecutivo Municipal de Yopal, con el Comité Ejecutivo Departamental de dicha colectividad.
El “florero de Llorente” fueron los pronunciamientos y amenaza de sanción al concejal yopaleño Alexander Rojas, señalado de conductas contra el Partido, por su apoyo a controvertidas iniciativas de la Alcaldía de Yopal, como un desmonte a subsidios de servicios públicos y la aprobación de un millonario cupo de endeudamiento, las cuales contaron con el voto positivo del Concejal Rojas.
Sin embargo, a pesar de las advertencias del Comité Departamental del POLO (que en su oportunidad hizo público un comunicado en dicho sentido), la instancia Municipal de dicha colectividad en Yopal, emitió su propio comunicado, desautorizando dichas actuaciones y dando un rotundo espaldarazo a la gestión de ROJAS en el concejo capitalino (VER COMUNICADO).
Voceros de la colectividad, dijeron en diálogo con www.elnuevooriente.com que lo que existe realmente en el trasfondo de los cuestionamientos al actual Concejal, es un afán de mantener posiciones de poder por parte de algunos miembros de la colectividad como el exconcejal Juan Vicente Nieves y Diego Mariño, quien llegó al POLO procedente de “toldas verdes”, como lo definió la fuente consultada.
Incluso, en el comunicado del Comité Departamental, se llegó al extremo de utilizar sin autorización y en forma indebida, la firma de uno de sus dignatarios (el licenciado Servando González), situación por la cual se solicitó intervención del Comité de Ética de la colectividad.
El Comité Municipal, además de respaldar la gestión de ROJAS, desestimó la posibilidad de sanciones en su contra y pidió respeto por los fueros al interior de la colectividad.
Lo cierto del caso, es que la situación, pone en evidencia una profunda división en las toldas de la colectividad “amarilla” en Casanare, ad portas del comienzo de importantes épocas previas a la decisiva etapa electoral que le espera al país en los próximos meses.
