Cada año en el continente americano, más de 462,000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama, y casi 100,000 mueren a causa de esta enfermedad.
El Cáncer de mama es más fácil de tratar en estadíos tempranos y tiene más probabilidad de supervivencia al detectarse de manera temprana. Sin embargo, entre enero y junio la cantidad de consultas médicas generales y especializadas disminuyó en un 40%, de acuerdo al Ministerio de Salud.
La visita al especialista es fundamental, pues conocer el tipo de cáncer y sus alternativas de tratamiento de manera oportuna, puede marcar una diferencia para las pacientes.
El éxito en el tratamiento y diagnóstico del cáncer de mama está centrado en su detección de manera temprana, así como su atención oportuna, acompañamiento médico y tratamiento.
Sin embargo, la emergencia asociada al COVID-19 ha llevado a que los pacientes con este tipo de patologías o en riesgo de tenerlas, se alejen de las clínicas, pospongan sus chequeos o eviten la consulta médica, aumentando el riesgo de hacer mortal la patología.
Datos de la Organización Mundial de la Salud recogidos en más de 155 países, demuestran que el tratamiento del cáncer en general se ha visto afectado en un 42% de los países encuestados, como también los servicios de rehabilitación y diagnóstico.
En la misma línea, indicadores del Instituto Nacional de Cancerología (INC) registran que desde marzo de 2020, se ha presentado una caída de forma significativa el número de pacientes oncológicos, con un retroceso crítico en abril del 52% por ciento, una cifra que todavía se encuentra lejos de sus estándares habituales.
Contrario a lo que se cree, el cáncer de mama no es una única enfermedad. Existen varios tipos de cáncer de mama que se pueden clasificar basados en las proteínas (o receptores) que cobijan la superficie de las células cancerígenas.
Es importante conocer el Apellido del cáncer de mama, puesto que existen opciones de tratamiento para cada uno de ellos. También es necesario identificar en qué estadio se encuentra el cáncer. Esta identificación es clave para que el equipo médico diseñe una estrategia efectiva para enfrentarlo.
En medio de la situación que hoy vive el país por causa de la pandemia, desde las diferentes instituciones y autoridades de salud, se hace un llamado para que la personas retomen sus tratamientos y vuelvan a realizarse exámenes de diagnóstico y detección temprana, con el ánimo de prevenir el avance de condiciones como el cáncer.
De acuerdo a la OMS algunos programas públicos de detección, como los de cáncer de mama, se han visto aplazados. Las razones más comunes para interrumpir o reducir los servicios fueron la cancelación de los tratamientos planificados, la disminución del transporte público disponible y la falta de personal debido a que los trabajadores sanitarios habían sido reasignados para apoyar los servicios de respuesta a la COVID-19.
Se prevé que para el año 2030, el número de mujeres diagnosticadas con cáncer de mama aumente en un 34%. De acuerdo a los últimos datos entregados por la Cuenta de Alto Costo, se estima que más de 50.000 mujeres en Colombia hoy viven con cáncer de mama. Esta situación puede ser prevenible de detectarse la enfermedad a tiempo.
Desde esta perspectiva se está promoviendo la Cultura 1, 2, 3 (autoexamen, examen médico y mamografía) con el fin de ir más allá del autoexamen y así establecer los pasos a seguir para apuntarle a la detección temprana de esta enfermedad.