En medio de una emotiva ceremona en la Catedral San José, con la presencia de más de medio centenar de párrocos de la Diócesis y la notoria ausencia de delegados o representantes de la Gobernación de Casanare o la Alcaldía de Yopal, se despidió de Casanare, en su último acto litúrgico, monseñor Edgar Aristizábal Quintero.
El hasta ahora Obispo de la Diócesis de Yopal, dignidad que ocupó desde hace 7 años, fue asignado por decisión del Vaticano, como obispo en la jurisdicción eclesiástica de la Diócesis de Duitama-Sogamoso.
«Me llevó en el corazón el recuerdo de una región que no conocía, un llano inmenso, donde aprendí de todos… desde el más grande hasta el más pequeño, y los dejo con el mensaje del trabajo que debemos asumir para la celebración de los 25 años de la Diócesis, un trabajo que por supuesto debe continuar», dijo.
Aristizábal Quintero agregó que el mensaje para los sacerdotes es muy simple.
«Es simple pero difícil… hay qué continuar con el camino de esta iglesia misionera, orando y trabajando de la mano con las comunidades, en medio de un mundo acelerado del que no nos podemos quedar atrás porque camina a toda velocidad», dijo Monseñor Quintero.
