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MURIÓ ALIAS «COCO», RECONOCIDO DELINCUENTE QUE EL 20 DE DICIEMBRE HABÍA RECIBIDO DOSIS DE «PALOTERAPIA» EN YOPAL

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A las dos de la madrugada de este 2 de enero, y luego de permanecer recluido en la Unidad de Cuidado Intensivo (UCI) de Gymedical en el Hospital Horo de Yopal, murió alias «Coco» uno de los más temibles delincuentes de la capital casanareña.

El último de sus episodios delictivos, se produjo el 20 de diciembre, en la calle 25 con carrera 26, cuando junto a alias «Potes», uno de sus compañeros predilectos de andanza criminal, intentaban realizar un robo a una residencia del sector cuando fueron descubiertos por la comunidad que reaccionó de manera enardecida y les propinó una «paloterapia».

Ese día, tanto «Coco» como «Potes» fueron llevados a centro asistencial luego de la golpiza que les propinó la enfurecida turba. Sin embargo, «Coco» registraba una herida con arma de fuego cuya procedencia se desconoce y que según las fuentes extraoficiales, aunque fue tratada incluso con cirugía derivó en lesiones que finalmente terminaron con su vida.

«No se sabe de qué forma recibió el balazo, incluso pudo ser en medio de la confusión… entre ellos mismos, pues los dos sujetos portaban sendas armas de fuego, o alguien en medio de la reacción ante el intento de atraco… eso no está determinado», dijo extraoficialmente una fuente.

«Coco» era un reconocido delincuente yopaleño, con varias anotaciones judiciales a su haber, un amplio prontuario delictivo por hurto simple y hurto calificado, lesiones personales, porte ilegal de armas de fuego, entre otros, y varias salidas de la cárcel de Yopal. Fuentes ciudadanas dijeron incluso que el día que recibió la «paloterapia» fue «Potes» quien lo convidó insistentemente a realizar «la vuelta» pintándole la situacion como algo muy sencillo y que les iba a dejar una buena ganancia.

Alias «Coco» correspondía a la identidad de Pedro Antonio Mariño Rodríguez y su muerte representa el primer caso conocido en Yopal del deceso de un delincuente a causa de lesiones propinadas en medio de un contexto de retaliación ciudadana conocida como «paloterapia» y con la cual en muchas partes del país y del mundo se responde al brutal acoso delincuencial contra la comunidad indefensa.

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