Medida de aseguramiento intramural logró la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales de la Fiscalía, al término de las audiencias concentradas de judicialización de quien sería uno de los jefes del Clan del Golfo en el oriente del país, quien tenía la misión de consolidar la presencia criminal de este grupo, en varias regiones, entre ellas Casanare.
Se trata de Alejandro Ortega Herrera, alias «Coronel», presunto encargado de la expansión armada y narcotraficante de esa estructura en dichas regiones de los llanos orientales.
El sujeto fue capturado en una acción de coordinación operacional del personal que integra SIJIN, SIPOL, GAULA, MNVCC en articulación con el CICOR_7 de la DIJIN, en jurisdicción de Monterrey (sur de Casanare).
Se le señala como cabecilla de la subestructura «Gonzalo Oquendo Urrego» del Clan del Golfo y como hombre de confianza de jefes criminales de dicha banda como alias “Aquiles” (capturado en días anteriores) y quien siguiendo órdenes directas de Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», máximo cabecilla de tal organización este grupo organizado, tenía la misión de expandir el grupo criminal en distintas regiones del país.
Como coordinador y cabecilla logístico para la incursión de la estructura del Clan del Golfo en Casanare, el sujeto de 43 años tendría bajo su supervisión las actividades ilícitas de alias «Kataleya», «Chato» y «Diablo o Satanás», capturados en Tauremena cuando amedrentaban a comerciantes del centro poblado Paso Cusiana.
En poder de estos individuos fueron hallados talonarios de pago a nombre de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia con las cuales se estaría presionando a ganaderos, transportadores, agricultores y otros gremios del departamento. Estos sujetos estarían coordinado actividades delictivas de narcotráfico y serían determinadores y ejecutores de algunos homicidios ligados al tráfico de estupefacientes, en los municipios del sur del departamento donde hacen presencia.
En su prontuario de «Coronel» se le encuentran requerimientos de la Fiscalía por los delitos de fabricación, tráfico, porte de armas de fuego y concierto para delinquir con fines de narcotráfico.
Dentro de la investigación se estableció que sería el encargado de adquirir y distribuir armas de fuego para los componentes rurales que delinquen en Villavicencio, Cumaral, Barranca de Upía, San Martín, Puerto López, Puerto Gaitán y Cabuyaro, en Meta; así como en Medina y Paratebueno (Cundinamarca); y en Villanueva, Monterrey, Yopal, Maní y Tauramena (Casanare).
En ese sentido, la Fiscalía imputó los delitos de concierto para delinquir, agravado; homicidio; fabricación, tráfico, porte o tenencia ilegal de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. Los cargos no fueron aceptados por el procesado, quien debe cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario.
