En un viacrucis para los transportadores que llevan camiones cargados con productos precederos desde Boyacá para Casanare se convirtió su tránsito por uno de los trazados que el INVÍAS ofrece como alternativa de comunicación ante el colapso vial que sufre la vía del Cusiana.
La carretera está completamente cerrada a todo tipo de tránsito al menos por un mes y se espera su apertura total a partir de la segunda semana de julio, luego de que terminen reparaciones en el sitio denominado La Granja, entre Pajarito y Sogamoso.
Ante el cierre de esta, que es la principal vía de transporte entre casanareños y boyacenses, el INVÍAS plantea varias rutas, una de ellas la vía que por Sogamoso llega a El Crucero, páramo de Toquilla, Vadohondo, y de allí a Labranzangrande y la ruta El Morro hasta Yopal.
Sin embargo, el volcamiento que el viernes pasado sufrió un camión y la dificultad de paso en algunos sitios (como las zetas), entre Labranzagrade y el corregimiento El Morro, evidencian las dificultades de dicha vía, a pesar de las proclamadas inversiones del gobierno.
Recientemente, una cumbre regional del INVÍAS en Yopal, sirvió como escenario para mostrar la inversión de más de $208 mil millones en la pavimentación de más 48 kilómetros de carretera y aunque para el reporte se mostraron unas grandes fotos de tramos pavimentados, la realidad que viven los transportadores es bien distinta.
La concesión no ha hecho mayor cosa por estos tramos denuncian los transportadores que a diario arriesgan su vida para traer los alimentos de Boyacá a Casanare.
