La situación en La Guajira, al norte de Colombia es sumamente grave por la presencia de cárteles mexicanos, el Clan del Golfo y las autodefensas conquistadoras de la Sierra.
En varias zonas de La Guajira, los grupos armados tienen el control del territorio.
En este video, vemos cómo bajan de la Sierra por la vía de La Florida hasta Cuestecitas, un corregimiento de Albania a 7 minutos de la mina del Cerrejón. La orden es clara: después de las 9 p.m. nadie sale a la calle. Están reclutando menores, extorsionando comerciantes y haciendo limpieza social.
Solo en este mes van 23 muertos en masacres y sicariato.
En este otro video, en la troncal del Caribe, se ve claramente cómo andan tranquilos; incluso pasan en caravanas al frente de la estación de policía de Palomino.
Este es un corredor estratégico dominado durante años por el narcotráfico, desde los 80, con los Marimberos de la época, luego los paramilitares de Hernán Giraldo, alias Taladro, y siguieron narcos como alias “Chucho” Mercancía, Zulma Muzo, alias La Patrona, y también alias Muñeca
Es exactamente en la frontera entre La Guajira y Magdalena donde se han librado guerras de familias que se han acabado literalmente, como los Cárdenas y Valdeblanquez, así como los Padilla frente a los Campo Miranda en la zona de Dibulla.
Hoy es un punto importante turísticamente por su belleza, pero que está copado por esos grupos que ejercen el narcotráfico y la extorsión de frente y se disputan el control de la zona.
La gente está asustada, y piden al presidente Gustavo Petro que active un plan de seguridad especial para La Guajira, porque el territorio también se le está saliendo de las manos al Estado y puede convertirse en el nuevo Catatumbo o en un nuevo Cauca.
Este es uno de los principales objetivos de desarrollo del gobierno, en materia de Turismo. Lamentablemente la Guajira, con esta amenaza, no es atractiva para nadie.
Por Jacobo Solano
