Con la expedición de un acto administrativo de régimen de libertad regulada que establezca un precio mínimo de referencia para el arroz blanco, el anuncio de la reinstalación de mesas de trabajo a partir del 21 de julio y la propuesta de avanzar en una «hoja de ruta» para regular los ciclos de siembra y mercadeo de arroz en Colombia, el gremio arrocero nacional y el gobierno abrieron la puerta a una posible solución de la crisis del sector que mantiene semi-bloqueadas amplias zonas del país.
Este «primer acuerdo» fue anunciado en las últimas horas por la Ministra de Agricultura, Martha Carvajalino quien pidió a los arroceros la garantía de «mantener el flujo del transporte de carga y el transporte de pasajeros y la movilidad en el país sin afectar a otras cadenas productivas”.
El anuncio se produce luego de cinco días de paro arrocero en distintas regiones del país y después de una frustrada mesa de negociaciones que no se pudo realizar el pasado jueves por ausencia de varias ministras, entre ellas, precisamente la de Agricultura.
El sector «tiene problemas estructurales en la cadena arrocera, razón por la cual se avanzará paralelamente en la implementación del Plan de Ordenamiento Productivo del Arroz, que articule a todos los eslabones» con el fin de salvaguardar y proteger la producción primaria y garantice la soberanía alimentaria nacional, dijo el gobierno sobre la problemática.
Al respecto de la situación actual del gremio arrocero, FEDEARROZ emitió en las últimas horas este comunicado de prensa:
VOLUNTAD DE CONCERTACIÓN GENERAL PIDE JUNTA DIRECTIVA DE FEDEARROZ
La Junta Directiva Nacional de Fedearroz reunida en su sesión ordinaria en Bogotá manifiesta su enorme preocupación por la situación de crisis que afecta a la producción arrocera nacional a raíz de la drástica caída de los precios, lo cual ha desencadenado las graves afectaciones a las vías en varios departamentos del país, como producto de la angustia que hoy invade a todos los cultivadores de arroz.
Esta Junta conoce y apoya la permanente gestión que ante el Ministerio de Agricultura y ante la industria, ha venido llevando a cabo nuestro Gerente General, Rafael Hernández Lozano, privilegiando el diálogo como mecanismo de concertación para encontrar cuanto antes una salida a esta difícil problemática, que ha sido la más compleja de los últimos 25 años.
Consideramos que el país no puede pasar más tiempo en esta situación y es por ello que, si bien reconocemos los esfuerzos del Ministerio de Agricultura, le hacemos un especial llamado para que implemente nuevas medidas acompañadas de los recursos y de mecanismos más eficaces para su ejecución.
Igualmente llamamos a los representantes de la molinería y a los agentes de la comercialización del arroz blanco, para que cada uno muestre disposición de aportar y concertar para alcanzar una solución que reconozca el esfuerzo de toda la cadena productiva, pensando ante todo en salvar al sector arrocero del país.
Creemos que en medio de cualquier negociación es necesario y justo reconocer que el incentivo al almacenamiento fue un mecanismo que contribuyó durante cerca de tres décadas a generar un clima de estabilidad en los precios, que le ha permitido a los agricultores permanecer en esta actividad productiva, que es básica en la seguridad alimentaria nacional.
Así las cosas, reiteramos que no solo debe garantizarse la efectividad de las medidas que ha venido anunciando el Gobierno Nacional, sino que se retome en Incentivo al Almacenamiento, mientras no exista otro mecanismo que con la misma efectividad contribuya a la estabilidad de la comercialización de la cosecha, contando para ello con la voluntad de la molinería y los agentes comercializadores del arroz blanco.
Lograr un acuerdo que solucione la actual crisis es apremiante, no hacerlo generaría un perjuicio enorme a la producción arrocera, a tal punto que puede desestimular las siembras, lo que significaría la incapacidad de suplir la demanda del país, situación de enorme gravedad, pues no podemos olvidar que no hay alimento más caro que aquel que no podemos producir.