Pasar un libro al cine no es tarea fácil, y se complica aún más cuando el texto cuenta una historia de hace casi 100 años. Pero nada es imposible para quienes tienen amor por el arte.
Esto fue lo que pasó con la película ‘Siervo sin tierra’ que será estrenada este viernes 1 de diciembre en el Auditorio Boyaquirá, en Tunja.
Siervo Joya, el protagonista, vivió bajo la imaginación de Eduardo Caballero Calderón en Tipacoque en el año 1930. Hasta allá llegó el equipo de producción y actuación de la que promete ser la mejor película adaptada de las letras a la pantalla grande en la historia de Colombia.
María Francia Blanco, la productora del film, muy emocionada relata cómo fue la realización de esta obra: “fueron más de tres años porque además de releer el libro teníamos que hacer una investigación de cada tema, definir cuál material se usaba para la ropa, para la construcción de la casa, para implementos como el azadón, la canasta de cerveza, el empaque de la sal y la panela, en fin, cosa por cosa debió ser investigada y luego recreada para poder grabar”.
A todas luces parecía un reto significativo. Saber ¿cuál cerveza se tomaba en 1930 en el norte de Boyacá?, ¿cuál tela y de qué colores se confeccionaban los pañolones que usaban las mujeres? y ¿cuáles eran las rutas de transporte que comunicaban a Tipacoque con Soatá? por ejemplo, eran algunas de las incontables preguntas que se debían responder antes de poner una cámara moderna a grabar una película del siglo XX.
Pero lo lograron. Mauricio Hurtado, el director, asegura que, con 1 hora y 30 minutos de duración, el público que vea la premier de ‘Siervo sin tierra’, quedará encantado con esta película hecha por boyacenses, en escenarios netamente boyacenses y con actores en el 99% boyacenses, una insignia que marca un antes y un después del cine de la región.
“Fue muy valiosa la experiencia porque llegar a municipios como Corrales, Soatá y Santa Rosa y ver a la gente emocionada participando, nos daba más ánimo para seguir. Alguna vez necesitamos una oveja, y nos llegaron cientos de estos animales porque la gente quería ayudarnos. Muchas veces los extras fueron los pobladores que se empoderaron de la historia. Cuando terminamos de grabar la gente lloraba porque nos íbamos”, relata Blanco. Esta producción contó con 120 personas en escena.
Por otra parte, como antesala a la película, Beatriz Caballero, la hija del escritor del libro, estuvo en el Salón Siervo del Hotel Hunza junto a Julián Grijalba, diseñador de vestuario de la película. Allí fueron mostrados los detalles de esta historia y de su proceso de realización, también en compañía de actrices y actores quienes recrearon algunas escenas que permiten comprender lo que sucedía durante la violencia partidista.
‘Siervo sin tierra’ es una representación impactante de la realidad social y política de Colombia en medio del periodo del conflicto entre liberales y conservadores, que dejó una profunda huella en la historia nacional. La película se centra en Siervo Joya, un campesino que lucha por la tierra y enfrenta las complejidades del país rural de entonces, azotado por la opresión de los terratenientes, la corrupción política y la violencia sectaria, mientras destaca la falta de conciencia política en el protagonista, resaltando cómo la lucha de clases y la marginación afecta al campesinado independientemente de su filiación política.
Entre tanto, si quiere conocer las botas del verdadero Siervo Joya, o quisiera saber cómo se llamaban los productos que se encontraban en las tiendas de Boyacá hace 100 años, puede visitar la exposición permanente en el Salón Siervo del Hotel Hunza, a propósito del Festival Internacional de la Cultura – FIC, que cumple 50 años. Allí es posible vivir un día como si estuviera en 1930, y desear que los siervos boyacenses no pierdan sus botas, ni su tierra.
