Cuando Reina Lucero Merchán tenía ocho años, recibió la visita de la guerra.
A esa edad ella vivía con su familia en el corregimiento de Tacarimena cuando hombres armados llegaron a la finca de sus padres a anunciar que iban por la niña… “Entonces anochecimos y no amanecimos, y como mis papás tenían una casita ahí en Yopal entonces nos fuimos para allá y duramos escondidos un poco de tiempo”.
Hoy día, Reina Lucero ya está casada, tiene dos hijos, y conforma una de las 56 familias que viven en el Corregimiento El Charte y son beneficiarias del programa FEST (Familias en su Tierra), iniciativa que lidera el DPS y que busca generar condiciones para que núcleos familiares desarraigados de su región por factores de violencia.
El programa funciona mediante grupos dirigidos por una líder, como el caso de Reina Lucero, y en este caso se han desarrollado huertas comunitarias y caseras, y aunque el resultado en cuanto a productividad no fue muy bueno, fue una experiencia muy buena de integración por la comunidad.
“Nos integramos con muchas familias, incluso de veredas vecinas que no conocíamos, y ahora lo que tenemos para continuar es unas experiencias productivas individuales que estamos en proceso de consolidación”, dijo Reina Lucero.
En el caso de El Charte, las familias acordaron que se recibiera un apoyo para la dotación de la Capilla “Señor de la Misericordia”, en el barrio Minuto de Dios del corregimiento, como parte del programa de inclusión productiva para población víctima, retornada o reubicada.
La ayuda consistió en mobiliario, elementos de sonido, imágenes religiosas y otros elementos que se utilizan para las celebraciones eucarísticas y religiosas en la capilla.
El sacerdote Wilson Chaparro dijo que esta decisión de la comunidad es un “signo de esperanza porque la gente también está pensando en su parte espiritual y de fortalecimiento en valores”.
