Con la reinstalación de un transformador dañado hace cerca de tres semanas y que mantenía parte de la comunidad del asentamiento «Mi Nueva Esperanza» sin servicio de fluido eléctrico, se abre paso la solución a la falta de fluido energético en el sector.
Con aportes por cada familia de $25 mil, varios líderes comunales, entre ellos Javier Pérez, coordinaron la búsqueda de una solución que afectaba a más de un centenar de familias residentes en el sector y que no pudo ser resuelto con la intervención de ENERCA, debido a la ilegalidad del asentamiento humano.
«Faltan unos recursos por pagar a quien hizo el arreglo del equipo y asegurar unas buenas conexiones para no tener problemas en el futuro», aunque se advirtió que para este tipo de reparaciones no es usual que se ofrezcan garantías por tratarse de reparación de tipo eléctrico.
Mujeres agremiadas en la Asociación ASMUC también habían realizado gestiones ante la Alcaldía, no solo para resolver la problemática de la energía sino para reactivar una mesa de negociaciones con la administración municipal.
Javier Pérez agradeció a las familias que hicieron puntualmente su aporte y pidió apoyo a la comunidad restante para terminar de pagar el saldo que se adeuda por la reparación de la estructura.