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«Vidas Truncadas» un relato para recordar a Juan Hernando Urrego

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Por: JUAN MANUEL NARANJO VARGAS

A mediados de los años 90’s el grupo insurgente ELN hacía fuerte presencia en algunos municipios de Boyacá y Casanare, en especial en el incipiente municipio petrolero de Aguazul.

Para la época este grupo insurgente había tomado la decisión de ajusticiar a dos alcaldes de Casanare y uno de Boyacá según ellos, le aplicaron la justicia militar por malos manejos administrativos por ser auxiliador de grupos paramilitares, esto para el caso de Aguazul.

En menos de un mes se dieron a la tarea de asesinar vilmente a los tres burgomaestres, iniciando con el de Aguazul el 19 diciembre de 1993, Labranzagrande, 26 de diciembre de 1993 y Chámeza, 13 de enero de 1994, en el caso de las dos últimas eran mujeres.

Juan Hernando Urrego Cristancho, médico de profesión, egresado de la Universidad Nacional de Colombia, era el tercero de seis hermanos, casado con Marcela García, tenían dos hijos un hombre y una mujer, perteneciente a una reconocida familia de pueblo su padre don Juan De Jesus Urrego un comerciante reconocido en el municipio que tenía un almacén llamado San Miguel muy parecido al concepto de lo que hoy son los centros comerciales.

Estudió su primaria en el colegio Antonio Nariño de Aguazul, siendo un estudiante promedio, su bachillerato lo cursó en el colegio Sugamuxi en Sogamoso, donde fue uno de los mejores estudiantes y logró uno de los mejores Icfes de Boyacá y en la universidad nacional también se destacaba por ser un buen estudiante de la facultad de medicina, la decisión de estudiar medicina fue algo contradictorio porque él quería era estudiar derecho, pero finalmente decide estudiar medicina.

Termina sus estudios de medicina y hace su rural en Yopal y Aguazul y su vínculo con la comunidad lo motivo para pensar en lanzarse como candidato a la alcaldía, aunque en una anterior ocasión lo hubiese intentado al concejo, logrando unos escasos votos,  con el apoyo de comerciantes y arroceros, como: Orfilo González, Héctor González, Parmenio Gómez, se conformó la fuerza cívica por Casanare el grupo político que el representaba y le gana las elecciones a la alcaldía de Aguazul Carlos Ramírez por un amplio margen.

Estando en ejercicio de su cargo jamás permitió que alguno de sus familiares o hermanos se acercara a la administración esto no le gustaba a él y pensaba que generaría comentarios por parte de la comunidad, por lo que sus hermanos desconocían lo que sucedía al interior de la administración

Quien llevaba menos de un año en el cargo y generaba muchas expectativas dentro de los habitantes por sus propuestas, su carisma, en 1993 el municipio carecía de muchas cosas que hoy nos parecen normales, el carreteable entre Aguazul y Tauramena carecía de la mayoría de sus puentes y si hablamos de pavimento menos.

El carismático político gozaba de la aceptación de sus seguidores locales y a nivel departamental se veía como una figura política con un futuro prometedor, lo que generaba escozor entre sus contradictores políticos

Para el 17 de diciembre de 1993 se había desplazado en compañía de uno de los funcionarios de la administración quien era muy aficionado a la fiesta taurina y conocía del medio, y quien le acompañaría a la ciudad de Sogamoso para contactarse con el famoso torero César Rincón a quien quería contratar para las corridas del festival del arroz.

Allí estaría ese fin de semana alegrando la fiesta brava el gran torero colombiano, con quien logró compartir en la casa de Jairo Reina el empresario, el famosísimo torero le expuso los inconvenientes que tenía para asistir a las festividades, dada la agenda que tenía en Europa y que ya era un famoso torero y no se podía dar el lujo de torear en plazas menores.

Regresaron muy temprano de Sogamoso y durante el recorrido invito a esta persona que lo acompañara a la visita de campo que tenía ese día, tan pronto llegaron a Aguazul lo dejo al funcionario que lo acompañó en el viaje a Sogamoso en el apartamento donde vivía, para pasar por él más tarde y recogerlo e ir a Bella Vista, una vereda del municipio. Ubicada al sur oriente, en el sector de sabana, con un pasado de orden público turbulento y conflictivo, asociado a presencia de grupos al margen de la ley.

En este sector del municipio se había dado la muerte violenta de Jairo Jaramillo y la posterior muerte de Luis María Jiménez ex alcalde de Aguazul que lo asesinaron en el casco urbano con la muerte de estos dos ilustres personajes se da inicio a la más sangrienta y cruel guerra, entre grupos paramilitares y los grupos del ELN y Farc.

La inauguración de una obra que había hecho la compañía petrolera, en la escuela, se habían construido unas aulas y batería de baños, el contratista había insistido para que asistiera el alcalde de manera reiterativa hasta que logro persuadirlo para que fuera.

El alcalde continuo con la compañía de su funcionario de la administración, los escoltas se negaron a ir haciéndole firmar un documento en el cual él iba bajo su responsabilidad asumiendo los riesgos por cuestiones de orden público

Cuando ingresaron a la vía veredal, el alcalde le hace el comentario que se quite las gafas oscuras porque podrían pensar que era un escolta y le empezó a comentar que por allí hacía presencia grupos al margen de la ley, pero que él ya había hablado con los de las Farc y no había ningún problema, el funcionario era ajeno al peligro al que estaban expuestos y creía en el buen juicio del alcalde y que tenía el manejo de la situación.

Ya durante el camino se le vio pensativo y cuando llegan a la obra, solo estaba el contratista y una señora y el inspector de policía y el alcalde preguntó por la comunidad porque era a las personas que el alcalde le pensaba entregar la obra a lo que el contratista respondió es que están allí adelante en la tienda.

El alcalde le pidió al funcionario que fuera hasta la tienda y llamara a la gente, él recibió las llaves de la camioneta y fue a la tienda y se encontró con la secretaría de despacho del alcalde y una señora que manejaba tesorería y no había nadie quien recoger no había comunidad

Regresó con ellas y el alcalde procedió a entregarle la obra al inspector, fueron nuevamente a la tienda donde supuestamente había un asado para la celebración de la entrega de la obra, pero allí no era el asado era junto al caño.

Donde había mucha gente jugando tejo pasaron por el medio de las dos canchas de tejo donde se notó el desprecio por parte de la  comunidad por su burgomaestre, en ese momento se le podía ver la preocupación en su rostro  porque no había el reconocimiento ni el saludo por parte de la comunidad, estuvieron allí hasta que almorzaron y se regresan a la tienda, estando en la tienda le expresa su preocupación y le manifiesta que el retorno lo deberían hacer por otro lugar, por San José del Bubuy manifestándole que el ambiente estaba muy raro, le preguntó al funcionario que hacemos él le respondió Juanito yo no conozco, el hizo referencia que tocaba pasar la laguna del Tinije y por ahí permanecía esa gente refiriéndose a los grupos al margen de la ley, no se sabe porque lado nos iría mejor.

Se suben a la camioneta las dos funcionarias de la alcaldía junto con el alcalde y el otro funcionario que venía acompañando al alcalde, las dos funcionarias habían llegado al sitio porque el contratista las había llevado y una de ellas llevaba un niño para retornar a Aguazul.

El alcalde llevaba su pistola y sus documentos le dice al funcionario ahí los dejo por si algo pasa, ya la cara de angustia era más notoria se le veía muy preocupado, esperemos que no pase nada de aquí para allá, comentó y a los dos o tres kilómetros salieron cuatro tipos, ellos finalmente habían optado por tomar la misma vía por la que había ingresado, y el funcionario de la administración que lo acompañaba no tenía conocimiento de la zona para aconsejarle de tomar otra ruta, salieron con fusiles tres estaban con camuflado y uno tenía pinta de criollo.

Pararon el carro bajaron al alcalde lo llevaron hacia atrás, las dos señoras se quedaron junto al funcionario dentro del vehículo, se quedó uno de los individuos vigilando, pasados unos diez minutos llamaron al funcionario de la administración que lo venía acompañando. 

Inician un interrogatorio que quién era, cuál era su papel dentro de la administración, que, porque estaba ahí, parecía que estaban constatando la información que les entregaba el alcalde para ver si el alcalde les estaba mintiendo.

Manifestaron que se llevaban al alcalde por que el comandante quiere hablar con el alcalde no lo llevamos y ahora lo traemos, ordenaron a las mujeres y al niño bajarse del carro y se fueron en la camioneta con el alcalde.

Ellos se quedaron abandonados en la carretera veredal y se  preguntaron a cuánto tiempo estamos de la vía principal e iniciaron a caminar con la preocupación que ya oscurecía, habían caminado como un kilómetro cuando el carro ya retornaba y pararon delante de ellos, el hombre que iba con atuendo llanero le dijo que avisara a la comunidad que le habían aplicado la justicia militar al alcalde por haber llevado el paramilitarismo a Aguazul y por haber defraudado al municipio en el contrato del emisario final por actos de corrupción.

El funcionario increpó al subversivo sobre el monto de diez mil millones que hacía alusión  que solo había autorizado un endeudamiento el concejo mil millones y tomó un crédito de setecientos millones con el Banco Bogotá,  el guerrillero seguía diciendo que eran diez mil millones, el funcionario le dijo aquí está la tesorera pregúntele a ella, el tipo finalmente dijo: se á lo que sea, lo que usted tiene que decir: es que le aplicamos la justicia militar, por actos de corrupción y por paramilitarismo. ahí lo pueden encontrar un kilómetro adelante, llévenselo y luego cuando fue arrancar el funcionario de la administración, el guerrillero con pinta de llanero se devolvió y le dijo: ojo con lo que va a decir ¡cuidado!

Llegaron al sitio donde le habían dejado botado al margen izquierdo de la carretera tenía un poncho que le cubría la cara, era el poncho que él traía, los insurgentes le quitaron la pistola y entre los tres adultos que iban en el carro lo ingresaron a la camioneta ya muerto por impactos de bala en la parte posterior de su cabeza y dos impactos en la espalda que al parecer se los propinaron con su propia pistola una Prieto Beretta, calibre 9 mm  y continuaron camino hacia Aguazul pasaron dos retenes del ejército y no los pararon, llegaron directamente al hospital allí llegó el Gaula militar para iniciar los interrogatorios.

Fueron momentos de mucho susto y angustia las mujeres lloraban, el funcionario que acompañaba al alcalde desde su viaje a Sogamoso conduce rápido por momentos le escurría gruesas lágrimas por su mejilla.

En Aguazul la noticia se difundió rápidamente, la consternación fue grande entre sus seguidores y simpatizantes, las voces de rechazo del hecho no se hicieron esperar, el pueblo no salía del asombro. 

Su hermano Carlos recibe la noticia de que estaba herido, llega al hospital y lo ve ya muerto su mundo se derrumbó en ese momento de profundo dolor y rabia

La justicia finalmente condenó a “Manpower” a 45 años de cárcel como autor material y al comandante Antonio como como autor intelectual, después de diez años de haber ocurrido los hechos, sobre los vínculos de la clase política tradicional aguazuleña solo quedaron rumores.

Al momento de su muerte Juan Hernando Urrego tenía 30 años, muchos sueños por cumplir, demasiado joven para morir, una vida inconclusa, él era una persona de una personalidad arrolladora ese día no solo murió la ilusión de una familia, generando una gran apatía por la política, el creyó ciegamente en su capacidad de persuasión de su elocuencia, que iba a ser capaz de convencer a los violentos, pero no fue así, quedó una mujer viuda, dos huérfanos  una familia destrozada y un pueblo sin alcalde, solo quedo, lo que fue, lo que pudo ser y no fue, las preguntas y cuestionamiento del porque fue a ese lugar, quedaron sin respuestas.

De las nuevas generaciones que no saben porque el hospital lleva este nombre, es el reconocimiento a un hombre víctima de la terrible violencia que vivió el municipio desde principios de los 90’s hasta el 2004, esta es la trágica historia de un soñador que quiso dar lo mejor de sí pero que los violentos marchitaron ese sueño. 

Fuimos una generación que vivimos tiempos difíciles cargados de mucha violencia donde la vida no valía nada y de puro milagro sobrevivimos, para contarles la historia, la sangre corría por las calles como agua.

Que quienes ejercían el poder lo hacían con la anarquía de las armas y con ligereza se tomaban decisiones sobre la vida, así fueran de derecha o de izquierda. Tuvimos que asistir una y otra vez al entierro de un pariente o amigo cada vez que se les dio la gana de demostrar que tenían el poder y para demostrarlo tenían que ratifícalo con sangre.

Llegamos a tal sometimiento que las decisiones políticas a cargo de los grupos al margen de la ley que con anticipación se sabía quién aspiraba a la alcaldía, gobernación, concejos y asamblea 

Fueron momentos de terror y de tristeza para miles de familias de Casanareñas sometidos a la anarquía de los violentos, a la intimidación de las armas, al sometimiento de las autoridades legítimamente constituidas por el estado, a la complacencia de las fuerzas militares y los gobiernos sometidos, con un fusil apuntándole a la espalda, donde se decidía la contratación de los municipios y la gobernación.

Fue una guerra fratricida, inmisericorde, compleja donde solo nosotros los que la vivimos y hoy se la podemos contar a las nuevas generaciones, para que no se vuelva a repetir momentos de tanto dolor y sufrimiento, para que no se repitan, que afectó desde el más pudiente hasta el más humilde de los aguazuleños, la sufrió, por sus calles y sus campos corrió errante la muerte. 

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