En lo que muchos ya catalogan como una retaliación política disfrazada de demanda jurídica, el diputado de Casanare Heyder Silva, expresidente de la Asamblea Departamental en el año 2024, fue notificado este lunes de una acción en su contra que busca su pérdida de investidura. La demanda fue interpuesta por Carlos Ramón Lizarazo Manrique, un abogado que, según fuentes consultadas, no solo es contratista actual de la Gobernación de Casanare, sino también asesor frecuente de las bancadas del Centro Democrático y Partido Liberal en la asamblea, desde sus redes es un feroz crítico del gobierno departamental.
La situación resulta llamativa: un contratista de la administración Zorro lanza una acción legal contra un diputado del mismo partido del gobernador, hecho que algunos han calificado como “fuego amigo” y otros como una maniobra orquestada desde sectores de la oposición con vínculos internos.
El diputado Silva no tardó en pronunciarse. A través de sus redes sociales, aseguró que la demanda no se enmarca dentro de ninguna de las causales establecidas para una pérdida de investidura, y que sus actuaciones como presidente de la Duma en 2024 se dieron en el marco de un plan de mejoramiento de la Contraloría Departamental, cumpliendo con la legalidad y sus facultades administrativas.
“El objetivo de esta demanda es enlodar mi gestión y frenar a quienes no hacemos parte de la coalición de mayoría en la Asamblea”, dijo Silva, señalando lo que considera una clara muestra de persecución política y guerra legal.
Silva ha sido una de las voces visibles del sector político que respalda al gobierno departamental, pero que no hace parte de las actuales mayorías dentro de la corporación. En su paso por la presidencia de la corporación mantuvo fuertes enfrentamientos con varios diputados, en especial con diputados del Centro Democrático y del Partido Liberal, cercanos al demandante.
El diputado aseguró que dará la pelea jurídica con tranquilidad y seguirá trabajando con responsabilidad, “de cara a mis electores, con temor de Dios y humildad”.
Esta nueva controversia no solo pone en evidencia las tensiones internas dentro del escenario político casanareño, sino que también deja en el aire preguntas incómodas: ¿por qué un contratista del gobierno ataca a un diputado oficialista? ¿Quién está realmente detrás de esta movida?
El Nuevo Oriente seguirá atento al desarrollo de este caso.
