Por Por: Sergio Becerra
Un nuevo país político ha iniciado el 19 de junio de 2022, la izquierda por primera vez en la historia de Colombia ha llegado a la presidencia de la República, la realidad en cuanto a lo que ha sido Colombia ha cambiado y el horizonte parece distinto, al menos así esta en la mente de muchos colombianos, tanto de los que son petristas como de los que no, pues para unos un mejor país ha iniciado y para los otros una catástrofe es la que se avecina.
Ahora que el Uribismo parece cosa del pasado y el conflicto armado con las FARC termino durante la era Santos, se abrió paso al nuevo escenario nacional llamado Petrismo, con las mayorías del congreso que le permitirán gobernar el país de una manera muy fluida y favorable a sus política e intereses. Esto demuestra que se darán cambios institucionales, sociales y políticos en el Estado Colombiano, pero que sean para bien o para mal esta por verse, sin embargo, la ilusión de sus votantes está en que sea una transformación que favorezca al país y especialmente a los más desfavorecidos, esta ilusión puede transformarse en desilusión si no se cumplen con muchas de las ambiciosas metas propuestas en campaña que le valieron la presidencia a Gustavo Petro.
Por otra parte, la oposición quedo muy mermada, en la figura de unos antiguos Uribistas, como la Senadora María Fernanda Cabal, o Miguel Uribe, que serán los llamados ahora, a ejercer este papel en el nuevo contexto político colombiano, ahora gobernado por el Petrismo, mas es curioso que, teniendo mayorías absolutas en el congreso, la sociedad civil sigue muy dividida, pues la victoria de Petro en las urnas sobre Rodolfo Hernández se dio por muy poco margen. Sin embargo, estos dos contendores han enviado mensajes de conciliación al país.
También vemos, como la nueva realidad trae consigo nuevos desafíos y caminos para la sociedad colombiana, por un lado, esta el sanar y contener esas divisiones, pero por el otro encontramos una sociedad más participativa, que se comienza a interesar por la política y las consecuencias que esta tiene en sus vidas más allá de una charla de salón. Una realidad de pasionalismos que se ha visto muy marcada en estas elecciones donde los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta apelaron a las emociones de la sociedad, y ambos lograron votaciones históricas y una participación nunca antes vista en el país.
Por su parte, el nuevo congreso que es de mayorías para Gustavo Petro, enfila hacia su presidencia al Senador Roy Barreras, quien ya ocupo ese puesto durante la administración de Juan Manuel Santos; no suena muy novedoso tampoco, pero sin embargo la función estará centrada en una clase diferente de gobierno, el gobierno Petro, o eso es lo que muchos colombianos y colombianas esperan que suceda. No obstante, si se ha generado ese manto de duda incluso al interior del movimiento, pues parece que se repitieran los mismos, con las mismas, aunque bajo una bandera diferente. Este nuevo congreso, tendrá la tarea de pasar de ser oposición a ser mayorías en el Senado y liderar la política de Petro, pero no deja de generar cierta preocupación la poca oposición que tendrá, lo que permitiría que no se dieran las discusiones de fondo, que son debidas sobre las propuestas del nuevo presidente.
