En un sitio, popularmente conocido como la tienda de «Isidro», ubicada en las afueras del municipio y donde ya se volvió costumbre la presencia de personas cosumiendo bebidas embriagantes, fueron sorprendidos el Personero Municipal y el Registrador de la localidad, por unidades policiales que realizaban verificación de cumplimiento de normas de bioseguridad y cumplimiento del toque de queda.
Un nuevo brote de desorden en Chámeza, propiciado por autoridades que desconocen las normas de bioseguridad, se presentó hacia las 8:50 de la noche de ayer sábado, en dicha localidad casanareña.
El hecho se produjo en plena vigencia del toque de queda departamental, prohibición de consumo de bebidas embriagantes y demás normas que las autoridades en Casanare aplican desde el pasado viernes para frenar los contagios de Covid-19 en el departamento.
Según los testigos del hecho, el Registrador, Cesar Augusto Vargas Cuevas, incluso intentó huir del sitio, rodando por una pendiente. El hombre está actualmente a órdenes de las autoridades de la Fiscalía, debido a que fue capturado. Será esta instancia la que defina su situación jurídica por violación a normas de bioseguridad.
Entre tanto, en el caso del Personero Municipal (cuya conducta al parecer también es recurrente), la Policía impuso una nueva orden de comparendo por violación a normas.
Se trata de Alexander Gómez Carreño, titular de dicho despacho, quien en lugar de dar un mejor ejemplo como representante del Ministerio Público, es nuevamente requerido por violar norma de bioseguridad y restricciones de Covid-19.
En esta ocasión, el funcionario alegó estar atendiendo un «requerimiento» ciudadano pero mostraba signos de consumo de bebidas embriagantes.
La comunidad espera de parte de las autoridades, una ejemplar investigación y castigo por estos hechos que dejan mal paradas a autoridades municipales de Chámeza que no prestan atención ni respeto a las normas contra la Covid-19, y dan muy mal ejemplo a la ciudadanía.