Un nuevo escándalo rodea la conducta del concejal de Maní, Wilder Alexander García, quien parece haber acostumbrado a la opinión pública de su municipio a sucesivas conductas agresivas, hostiles y desobligantes, al calor del consumo de bebidas embriagantes.
Luego de conocido el vídeo del corporado maniceño, donde junto a otro concejal y un funcionario público de la administración municipal, agredieron en julio pasado a dos adultos mayores que atienden un comercio de abarrotes en Aguazul, se han conocido más evidencias de la reprochable conducta del concejal del Partido MAIS.
El hecho, se produjo a la salida del bar, «MANIAMI» el pasado 17 de septiembre, cuando una patrulla policial llegó a notificar al establecimiento la necesidad de acatar la hora de cierre de locales nocturnos que han dispuesto las autoridades.
Enfurecido por tener que suspender sus horas de diversión, el energúmeno concejal la emprende contra los patrulleros a quienes insulta y por poco estuvo a punto de agredir físicamente.
En medio de los gritos e insultos que profería, y según algunos testigos, el hombre fuera de sí gritaba que con él «no se podían meter porque el que se meta conmigo yo lo hago trasladar», aludiendo a supuestas influencias incluso con el alto mando departamental de Policía con el que supuestamente le permite hacer lo que quieran.
Incluso, fuentes que consultó EL NUEVO ORIENTE indicaron que es usual que cuando amigos del patán concejal son requeridos por las autoridades, llega al propio comando municipal a intimidar a los uniformados y a exigir que se los «dejen tranquilos porque si no… ya verán las consecuencias»…