Por: Juan Manuel Naranjo
Un recorrido de domingo tranquilo desde Yopal a Pauto M en la vereda el Rincón del Soldado, tomamos la decisión de retornar por otro camino e irnos por un atajo para salir a la vereda Guamalera en dos horas por instrucciones de uno de mis amigos de bielas con la mala fortuna de pasar de la aventura a la incertidumbre de sentirnos perdidos, descendimos por el costado derecho del pozo Pauto M en dirección hacia el rio Cravo sur, para internarnos en la manigua hasta que encontramos una casa en el pequeño camino y nos dieron guarapo pedimos que nos orientaran porque nos sentíamos perdidos, las mujeres que nos acompañaban ya mostraban malestar porque llevábamos dos horas caminando con la cicla de cabrestro por un camino difícil y el sol abrazador.
Siempre duden de las recomendaciones de la gente del campo por lo general la percepción del tiempo, distancia e indicaciones son diferentes eso lo he ido aprendiendo en cada recorrido cuando le dicen: “eso queda a la vuelta de la mata de monte allí no más” puede ser media o una hora.
Retomando el camino nos dieron unas indicaciones con la descripción del camino y por donde no deberíamos tomar porque nos perderíamos, me fui atento a las indicaciones, pero sospechaba que no eran precisas hasta que llegamos a un punto donde terminaba el camino. Mis compañeros de aventura los veía revoleteando buscando por donde seguía el sendero, pero decidimos hacer una parada bajo la sombra de los árboles. Se me dio por seguir descendiendo por un costado de la ladera hasta que encontré el camino, pero el reloj marcaba el medio día, continuamos el descenso internándonos en la espesa y densa selva sin agua, alimentos y cansados.
La desesperación agobiaba a las mujeres, algunas recibían llamadas de sus esposos que furiosos las esperaban en casa y no les creían por lo que estaban pasando y cuando creyeron estaban pensando avisar a la fuerza aérea y bomberos para que nos buscaran habían llamado amigos que llamaron a otros amigos que conocían la ruta con la mala noticia que no era el camino correcto, pero por las indicaciones que los campesinos nos dieron sabíamos que íbamos rumbo al rio Cravo sur, los minutos pasaban el reloj marcaba las 2pm y la preocupación aumentaba, pero al final vimos el rio, sentimos el ruido y nos volvió la moral y el alma al cuerpo, el descenso se hizo más pronunciado hasta que llegamos al borde del rio donde encontramos la canasta, donde continuamos nuestra aventura montados en canasta con nuestras bicicletas halando cuerda para atravesar el rio y llegar a la Vega y finalizar el recorrido en Yopal, después de 2 horas de ascenso hasta Pauto M y 7 horas de descenso por sendero, perdidos, hasta la vereda la Vega. Con sed, hambre y cansancio con risa después del susto y adoloridos de uno que otro golpe por el camino terminamos una ruta más y una experiencia para contar.
Mis recomendaciones para mis amigos Bikers no sean osados, sé que este deporte es de adrenalina y de aventura pero estar perdidos es una sensación agobiante y más cuando el mal genio afloran y empiezan los cuestionamientos de unos a otros, la ausencia de agua y alimentos nos hace más irritables, en lo posible eviten tomar estos riesgos vayan con personas que conozcan la ruta, de recuerdo me quedo la experiencia de no volver a repetir este tipo de aventuras, unas quemaduras de segundo grado en mis brazos por el sol uno que otro raspón, rasguño, se me dañaron las zapatillas de tanto caminar y como dijo uno de mis amigos yo compre la cicla para que me cargue no para llevarla de cabrestro y tiene toda la razón.