En el Nuevo Oriente hemos hecho un exhaustivo seguimiento a todo el embrollo que hoy tiene al departamento en medio de una pelea sin salida entre el gobernador y las nuevas mayorías de la asamblea; sin embargo al ver el video se denota que los diputados Juan Fernando Mancipe y Jorge García invitan al gobernador a trabajar de la mano para sacar adelante el tan cuestionado proceso del superávit, ofreciendo soluciones y este a su vez en un tono conciliador asegura que está dispuesto a trabajar de la mano y agachar la cabeza si es necesario para que las cosas fluyan, todo iba bien, una asamblea con ganas de trabajar, y un gobernador noble.
Sin embargo, se puede notar que al participar el diputado Alejandro López, eleva el tono de la conversación y bueno, ya todo cambia, y se sale de control.
Es ahí donde entra la pregunta ¿Quién gana y quien pierde en medio de esta tormenta política?
¿Quién pierde?
Evidentemente el mayor perdedor de toda esta tormenta política es el departamento de Casanare, que se ha visto con proyectos truncados, personal sin contratos, abuelitos sin ayudas, en fin un sinnúmero de proyectos que se han tenido que ver aplazados al no tener financiación o depender de ellos recursos de este superávit. Y evidentemente pierde el gobernador, al tener proyectos trancados y la posibilidad de que su plan de desarrollo no se ejecute al ritmo que el quisiera.
¿Quién gana?
Como dice el viejo adagio el consejero nunca pierde, y tal vez la misma nobleza del mismo gobernador ha permitido escuchar voces que como se dice, viven de vender armas en medio de la guerra.
El principal ganador de toda esta pelea evidentemente son las minorías de la asamblea, ya que son las personas que son tenidos en cuenta por el gobernador para el manejo de los proyectos, burocracia y demás “arandelas”, dentro de la corporación y el gobierno departamental; sin embargo esto ha llevado a que el gobernador pierda todas las batallas políticas y jurídicas; y como lo manifestó hoy la procuraduría, esto solo esta haciendo que se torpedeen los proyectos y se pierda la esencia propia de la división de poderes en el departamento.
Por otra parte se dice en los corrillos que la mala asesoría infundada por José Rodolfo “El Negro Pérez”, Efren Hernandez, y la cuota de Carlos Amaya: Rigoberto Alfonso, de quienes, se dice, están mas preocupados por sus negocios que por la gobernabilidad del departamento, no ha permitido tener una objetividad y una medición del impacto político y administrativo de las «peleas casadas» a la Asamblea, sin fundamento técnico, ni jurídico, lo que ha terminado en los resultados que ya todo el departamento conoce.
El reconcilio
Hoy quedo abierta la invitación entre el gobernador y la mesa directiva de la asamblea para sentarse a determinar cuál de los proyectos de superávit sería el que se daría tramite y buscar alternativas para dirimir las diferencias, sin embargo, queda en el ambiente que si el gobernador no deja de pensar en sus remoras y empieza a pensar en el departamento, nada va a avanzar, y por el contrario le esperaría dos años y medio perdidos para Casanare, que ya no tendría tantas oportunidades…
