En una fulminante respuesta enviada al Tribunal Administrativo de Casanare, el Procurador 53 Judicial II Administrativo, Nelson Manuel Briceño Chiriví, desenmascaró la maniobra del concejal Anderson Carrillo, quien intentó recusarlo dentro del proceso de pérdida de investidura que este enfrenta.
El Procurador no solo calificó la recusación como una “afirmación mentirosa, contraevidente, ilegal, abusiva y falsa”, sino que advirtió que la estrategia fue deliberada, sin sustento legal y motivada por la mala fe.
Con palabras directas, Briceño sentenció:
“El aducir causales de impedimento francamente inexistentes e imposibles de ser probadas, conlleva a que la mal llamada recusación propuesta tenga el carácter de ser temeraria y la actuación de quienes la promovieron sea de abierta e inexcusable MALA FE.”
Además de rechazarla, la Procuraduría solicitó al Tribunal imponer una sanción ejemplar, al amparo del artículo 44 del Código General del Proceso y el artículo 132 del CPACA, por lo que considera una acción “temeraria, dilatoria y un atentado contra la lealtad procesal”.
La actuación del concejal, sumada a su reciente actitud contra la prensa, genera creciente preocupación ciudadana sobre su respeto a la institucionalidad, la libertad de expresión y los principios democráticos.
