Una dosis de la llamada «paloterapia» se llevó uno de los dos venezolanos sorprendidos con un botín de calzado nuevo, cableados y elementos eléctricos, sustraídos de una casa de habitación del sector de la vereda Sevilla, en zona rural de Aguazul.
«Se trataba de dos sujetos, uno de los cuales fue sorprendido por la airada reacción de la ciudadanía que le aplicó un ‘sobijo ejemplar’ en castigo a su reprochable conducta», dijo un testigo y copartícipe de la persecución.
En la revisión de los elementos sustraídos, los ciudadanos hallaron en poder de los sujetos, calzado nuevo, cables y otros elementos que llevaban en unas bolsas blancas que portaban consigo los autores del ilícito.
El otro individuo huyó de la persecución de las autoridades.
La reacción de la ciudadanía y los vecinos al sector se motivó por el reclamo inatendido de mayores patrullajes en este sector cercano al casco urbano de la capital arrocera, y el cual se ha visto azotado por varias actuaciones delictivas, sin respuesta efectiva de las autoridades.
«Estamos cansados de que nadie haga nada», reiteraron algunos vecinos.
Aunque las autoridades de Policía de forma constante invitan a los ciudadanos a no apelar a este tipo de circunstancias, a veces la comunidad y víctimas acuden a la «paloterapia» como mecanismo para escarmentar a los delincuentes que atacan a la indefensa ciudadanía, incluso en sus casas y comercios.