A pesar de la orden de cierre total del paso, dispuesta mediante resolución del INVÍAS para el tramo vial Sogamoso a Pajarito por inminente riesgo de pérdida de banca de la vía en dos puntos de la carretera, transportadores de carga y empresas de buses interdepartamentales, no acatan la medida.
La situación se agudiza ante la falta de apoyo de la Policía de Carreteras, Seccional Boyacá, que según personas presentes en la vía, facilita que los transportadores violenten las barricadas y transiten por “su cuenta y riesgo”.
La orden de restricción se impuso ante el riesgo de pérdida de la banca de la vía en el sector La Granja (km 87) por un hundimiento en la carpeta asfáltica a causa de la desestabilización de terreno que ya se traduce en fisuras y podría generar un colapso total del tramo vial.
Adicionalmente, en el sector de La Molinera (km 82) otro punto crítico se presenta en un paso provisional que podría colapsar también por socavación del terreno.
Debido a la situación, el INVÍAS ordenó mediante la Resolución 03332, el cierre de la carretera por tiempo indefinido.
La situación vial de Casanare, se agudiza debido al colapso en al menos tres puntos del tramo Vadohondo a Labranzagrande una de las rutas que cuando se presentan problemas en la vía del Cusiana, se habilita como carretera alterna.
Además, debido a restricciones de peso, el tráfico superior a 30 toneladas no está permitido por la vía El Sisga – El Secreto – Villanueva – Monterrey; mientras que la llamada Ruta de la Libertad (Socha –Sácama – La Cabuya) tiene prohibido el paso de vehículos más allá de las 25 toneladas.
Así las cosas, en estos momentos la única ruta plenamente habilitada como alterna con capacidad plena es la tortuosa vía Yopal – Villavicencio – Bogotá, sometida a largas esperas por obras de construcción de las dobles calzadas y ampliación de la Marginal del Llano, entre Casanare y Meta.
En resumidas cuentas: el oriente del país, a pesar de las promesas e inversiones… está “muy fregado”…