Salmos 103:13 – Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.
Queridas amigas, queridos amigos, en la edición anterior nos identificamos porque en muchas ocasiones no encontramos la salida para corregir a nuestros hijos, y terminábamos recurriendo a gritos, malas palabras, castigos o golpes, convirtiendo la formación y crianza de nuestros hijos en una cruz más para nuestras vidas, actuando con cero de sabiduría y 10 en emotividad.
Tan bien les compartí unas pautas que pueden venirnos muy bien cuando de formar en amor a nuestros hijos se trata, y partí desde la palabra de Dios, con Salmos 32:8 – Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.
¡Bien! Deseo que estés practicando estos consejos. Te confieso que también los practico a diario porque a veces se me salta el apellido y la impaciencia intenta reinar en mi vida, pero sé que con el amor de Dios nuevas criaturas somos cada día.
Ahora, en esta edición, quiero que grabes, interiorices y pongas en práctica tres palabras: Dedicación, paciencia, esfuerzo = DEPAES.
Paciencia es la capacidad que tenemos de esperar en alguien, algo (en este caso, esperar con amor en nuestros hijos y ver el resultado de una formación asertiva).
Dedicación es el tiempo que dedicamos para desarrollar una tarea o actividad con amor, entrega y esfuerzo (en este caso, es ese tiempo de calidad que usamos para formar a nuestros hijos, siempre con amor y diálogo).
Esfuerzo es esa energía que entregamos para lograr nuestro objetivo (en este caso, es toda la actitud y aptitud que desarrollamos para formar a nuestros hijos con amor, diálogo y asertividad).
Ahora, con DEPAES, cada una de ellas palabras clave, debemos enfocarlas de acuerdo con el tipo de edad que tengan nuestros hijos, ya que no será lo mismo el tipo de dialogo que vas a tener con un recién nacido, al que puedas tener alguien de 7 años.
Por ello, es muy importante que también aprendamos a conocer y a comprender el lenguaje y comportamiento de nuestros hijos, conforme a la etapa en la que se encuentran.
Por esta edición, quiero que dejemos hasta ahí, y que en realidad empieces a asumir a DEPAES como esa posibilidad maestra que Dios te regala hoy para formar a tus hijos.
Y recuerda, hoy representamos para nuestros hijos esos súper héroes en quien ellos confían. Cuidémoslos en todos los aspectos y demostremos que somos dignos de ser llamados mamá o papá.
¡Te animo a lograr ser el mejor guía y ejemplo de amor para tus hijos! ¡Todo siempre será mejor!
Por: Anyela Roxana Pinto
