Una nueva y sensible pérdida enluta al clero casanareño, esta vez en la persona de un sacerdote adscrito a la Diócesis de Yopal y quien se desempeñaba como párroco en Pore.
Como un clérigo muy entregado a su labor pastoral y de fuerte carácter, y una amplia trayectoria al frente de diversas parroquias en Casanare, el padre Julio Ariza Caballero, se recuerda en diversas parroquias del departamento.
En julio de 2001, por ejemplo, cuando se discutía en el Congreso una lesiva Ley de Ordenamiento Territorial, y él se desempeñaba como sacerdote en Sabanalarga, sur de Casanare, llegó incluso a instancias de la prensa nacional criticando los alcances de la ley que ponía en peligro la viabilidad de la localidad sabanalarguense como municipio para rebajarla a la condición de corregimiento.
Por voces críticas como la suya, el proyecto nunca fructificó.
Pero no solo fue un crítico de la gestión gubernamental de la época, sino un animador de obras sociales y de desarrollo arquitectónico en sus parroquias.
El comunicador y hombre del coleo, Jorge Contreras Riobueno, lo recordó como un guía espiritual muy firme y un gran trabajador en sus parroquias: “el hombre era de esos de ‘a Dios rogando y con el mazo dando’, estuvo en la parroquia central de Villanueva y fue artífice de la remodelación y modernización de dicho templo”.
De allí, fue trasladado a la parroquia del 20 de Julio en Paz de Ariporo, y también se recuerda su paso por Monterrey, desde cuyo púlpito hacía sentir su voz, incluso cuestionando asuntos de la propia Diócesis.
“Tuvo varias controversias con los obispos de la región y no le temblaba la voz para decir ‘dos o tres verdades’”, dijo una reconocida comunicadora regiomontuna que lo reconocía como una persona de “mucho carácter e independencia”.
Una de sus más recientes y polémicas actuaciones, ya como párroco de Pore, fue un pronunciamiento desde su púlpito, en junio de 2020, reclamando de la Gobernación de Casanare mayor equilibrio en el proceso de reapertura de templos e iglesias de diversas confesiones religiosas.
En su momento, eso le generó una reprimenda de sus superiores eclesiásticos pero no se arredró en su exigencia de evitar que “por política se arrincone a la Iglesia Católica”, como afirmó en su momento.
El cuerpo eclesiástico de la Diócesis de Yopal, en cabeza de Monseñor Édgar Aristizábal Quintero, sacerdotes, religiosas, diáconos y los grupos de oración y feligresía en general, expresaron emotivas muestras de tristeza por la muerte del sacerdote.
El padre Julio Ariza es el segundo sacerdote casanareño que muere a causa de la Covid-19. En noviembre de 2020 se produjo el deceso del párroco de San Luis de Palenque, Héctor Manuel Rincón, adscrito al Vicariato Apostólico de Trinidad.
La Veeduría Ciudadana Pro Universidad Pública, considera que Unitrópico será universidad pública en un término de dos (2) a (3) meses.
Se afirma que este término de dos o tres meses, se dará por lo siguiente:
1. La Resolución del Ministerio de Educación Nacional quedará en firme 10 hábiles después de su notificación.
2. Radicación de proyecto de ordenanza por parte del gobernador de Casanare.
3. A los debates de Unitrópico en la Asamblea Departamental le aplicará los términos del reglamento interno de dicha corporación.
4. Designación de ponente en la Asamblea Departamental.
5. Discusiones de legalidad y constitucionalidad en la Asamblea Departamental.
6. Discusiones en comisión económica o de presupuesto de la Asamblea Departamental.
7. Discusiones en plenaria de la Asamblea Departamental.
8. Sanción por parte del Gobernador Salomón Sanabria .
Con lo anterior con mucha satisfacción podemos inferir, que para agosto de 2021 Unitrópico será pública.
En virtud del artículo 5 de la Ley 1937 de 2018, quienes se matriculen y se encuentren matriculados en Unitrópico privada tendrán su cupo asegurado y empezarán a ser beneficiarios de la universidad pública en el semestre A de 2022 y muy remotamente por términos legales en 2021B.
Con con lo expuesto está Veeduría Ciudadana puede decir que Unitrópico pronto será la universidad pública de los Casanareños.