Una red de cacería, sacrificio, transporte y mercadeo ilegal de carne de chigüiro, que era llevado desde Casanare hasta varios destinos del país, puso al descubierto una investigación que desde comienzos de año se adelantaba con la coordinación de la Fiscalía.
La operación permitió dar captura a cinco presuntos integrantes de la estructura criminal, presentados ante un juez de control de garantías quien dispuso diversas medidas luego de las audiencias de judicialización respectivas.
Entre los involucrados a la red de tráfico del producto cárnico, se cuentan los hermanos Yeison Javier y Juan Camilo Sosa López, quienes serían los cabecillas y financiadores de toda la actividad criminal.
La “cadena delictiva” incluía desde la captura de los animales en las sabanas y cuerpos de agua de Casanare, hasta el sacrificio y posterior distribución de la carne.
Según las pruebas que recaudaron los investigadores de Fiscalía y Policía, la carne era vendida a plazas de mercado y restaurantes adonde era trasladada en vehículos acondicionados para el transporte de pescado.
Así se intentaba evadir a las autoridades; sin embargo, hay indicios de que la carne llegaba en mal estado y pésimas condiciones para el consumo humano.
En seis meses de investigación la Fiscalía y la Policía, le incautaron cerca de cuatro toneladas de carne de chigüiro a esta organización, en dos operativos distintos realizados en Bogotá y Yopal (Casanare).
En las diligencias quedaron en evidencia las pésimas condiciones de salubridad en las que se almacenaba y transportaba el producto.
Además, se obtuvo información que ha sido de relevancia para identificar a los señalados cabecillas de la red, al supuesto principal cazador y a los encargados de la distribución de la carne.
Por disposición del juez de control de garantías los hermanos Sosa López (Yeison Javier y Juan Camilo) fueron cobijados con medida de aseguramiento privativa de la libertad en su lugar de residencia.
También con medida de detención domiciliaria fue cobijado Germán Rodríguez Romero, quien sería el cazador principal de chigüiro en Casanare.
Los otros dos investigados que deberán cumplir medias no privativas de la libertad, son: Pedro Alberto Vargas Sanabria y César Augusto Becerra, presuntos transportadores y distribuidores del producto.
A los capturados, la Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado e ilícito aprovechamiento de recursos naturales renovables.
Las acciones investigativas de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos de la Fiscalía, en articulación con la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía (DIPRO), determinaron que los puntos de distribución del cárnico ilegalmente aprovechado en Casanare, se extendían a Bogotá, la Costa Atlántica, Santander, Norte de Santander y otras zonas del país.
En Colombia, el chigüiro es una especie silvestre protegida y catalogada como patrimonio natural, por los que su caza está prohibida para garantizar la conservación y supervivencia.
Excepcionalmente, se permite con permisos y licencias ambientales, requisitos que no reunía la estructura delincuencial que intervinieron las autoridades.