Desde el anillo vial, hasta la calle 30, toda la carrera quinta, o doble calzada vía a Morichal, está en penumbras por las fallas de las luminarias de alumbrado público.
Hoteles improvisados
Viviana Peres es propietaria de uno de los locales comerciales ubicados en el sector de la doble calzada, pasando el intercambiador en la salida hacia Morichal y Tilodiran, ella nos contó como al llegar en la mañana a abrir sus establecimientos encuentran ropa, comida, basura, incluso heces en la puerta del almacén, “los indigentes usan los locales que tienen parasoles para resguardarse de la lluvia y nos dejan todo hecho un asco” comenta, “lo peor es que desde que se dañaron las lámparas de la calle la cantidad de gente que llega es mayor, antes veíamos dos o tres personas, pero con el tema de los venezolanos llegan familias enteras”.
Sin dolientes
“Las bombillas se dañaron hace varias semanas, pero Enerca nos dijo que eso no le corresponde a ellos, que el alumbrado público urbano es responsabilidad de CEIBA o de la Alcaldía” Comenta Luis Rosales, quien tiene un negocio de lujos para vehículos, él ha intentado buscar alguien que asuma la responsabilidad de los arreglos pero no ha sido posible y esa situación de oscuridad “se convierte en un facilitador para que la delincuencia haga de las suyas, los indigentes no son el único problema” señala Rosales Chávez, quien explica que no solo es su actividad comercial, se trata de su capital, “el plante de muchas familias está en riesgo”,
No son solo los establecimientos comerciales, también hay residencias en el sector que están afectadas, “yo le agradezco a los medios que nos ayuden para que las autoridades, o quien corresponda nos dé solución, porque si usted mira los recibos el cobro del alumbrado público no falla, entonces no podemos estar pagando un servicio que no nos prestan y además que nos pone en riesgo a los locales, y a los hogares”, Expreso Viviana.