Una «gripa chillona» fue el primer síntoma de alerta para una mujer de 38 años, madre de dos hijos, residente en Yopal, cuyo diagnóstico positivo a Covid-19 le fue notificado el 13 de julio y quien comenzó a sentirse mal desde el 9 de dicho mes; desde entonces, permanece encerrada en su casa, sin mayor seguimiento médico a su caso.
Aquejada de una tos persistente, Y.M.G.G. relató su caso a EL NUEVO ORIENTE, pidiendo asistencia de las instituciones que prácticamente la dejaron abandonada a su suerte: «yo estoy pasando esto con aguas de yerbas, propóleo y remedios naturales», y acá encerrada en la casa donde convivo con mis dos hijos de 12 y 16 años, a quienes la EPS Sánitas les hizo prueba (a mediados de julio), sin que a la fecha conozca el resultado.
Luego de los síntomas de la tal «gripa» y debido a una tos persistente, la mujer fue remitida desde su trabajo hasta el Hospital de Yopal donde le hicieron exámenes «y me mandaron para la casa», dos días después ante la persistencia de la tos, la EPS CAPRESOCA (a la cual está afiliada) la remitió al HORO, donde le a´plicaron la prueba que posteriormente le notificaron positiva.
«Además me formularon una droga y unos exámenes… y no me han dado ni las medicinas ni órdenes para los exámenes», dice en su testimonio.
Afirma que desde ese día y luego de casi un mes de su situación, no sabe si a las personas próximas a ella o con quienes tuvo contacto, las han requerido. Ella solo ha recibido una llamada de «seguimiento» y nadie parece ocuparse de su caso.
«Yo siento que estoy desmejorando y lo único que puedo hacer es tomar ‘aguas de yerbas’ para atender mi caso», dice la mujer a quien la tos no deja a ninguna hora.
El desamparo institucional es de tal nivel, que ella ha llegado a pensar que su problema de salud es otra cosa… «porque pues esto ya debió haberme pasado y yo siento que sigo enferma», pidiendo por las medicinas, los exámentes y un verdadero seguimiento a su situación.
La mujer clamó a CAPRESOCA, al Hospital y a las autoridades sanitarias de Casanare o de Yopal, para que se le escuche y atienda.