Un presunto “carrusel” de corrupción, que podría haber afectado la confiabilidad de la gestión notarial en centenares de casos, se estaría presentando en las dos notarías de Yopal, sin que sus titulares pareciera que se hubieran dado cuenta.
Así lo denunciaron dos personas afectadas (un usuario y una profesional del derecho), en entrevistas concedidas en forma exclusiva a tres medios locales de Yopal (El Diario del Llano, casanareonline.com y EL NUEVO ORIENTE), donde se evidencia el grave caso que se habría extendido durante varios meses (años inclusive) y en el que, al parecer, habrían participado varios funcionarios de dichas notarías.
Lo que podría llamarse un “cartel de las Notarías”, se descubrió casualmente, luego de que un empresario que adelantaba un trámite de sucesión, encontrara que un predio amparado por escrituras (al parecer legítimas en la Notaría 2a) terminó involucrado en una problema jurídico de falsedad en documento, luego de que su nueva propietaria lo recibiera en parte de pago por la permuta de una finca.
Por dicho trámite falseado, el afectado habría pagado una “coima” de tres millones 500 mil pesos.
“Yo lo que quiero es que en mi caso me respondan”, dijo el afectado en la entrevista que concedió a los medios de comunicación, exigiendo estricta reserva de su identidad.
Sin embargo, la situación no parece ser un caso aislado.
Al parecer, los tentáculos de la presunta red de funcionarios corruptos se extenderían a la manipulación de la biometría de profesionales del derecho, cuyos datos de tarjeta profesional, identidades y hasta firmas electrónicas son manipulados en una modalidad de “raponeo” laboral que se estaría presentando en las notarías.
“Allá llegan clientes con un proceso, resulta que uno cobra sus honorarios y las tarifas que tiene acostumbradas y allá mismo le dicen al ciudadano que tranquilos que ellos les pueden hacer esos trámites de manera directa, sin necesidad de abogados… y lo que hacen es adelantar los trámites con la biometría de quienes hemos hecho trámites allí y suplantan nuestras funciones”, denunció una profesional del derecho que también pidió anonimato para evitar retaliaciones.
La grave situación podría haber afectado al menos 200 expedientes de trámites notariales en la Notaría 2ª y no se sabe cuántos más en la Notaría 1ª, cuyas titulares (Martha Lucía Villamil Barrera y Edilma Barrera Bohórquez), ya interpusieron denuncio ante la Fiscalía, asegurando ser “víctimas” de la situación.
Sin embargo, resulta insólito para abogados y personas que han conocido del caso, que se presenten este tipo de situaciones y las notarias (que se supone son las encargadas de “la guarda de la fe pública”) no se hayan percatado de las anomalías.
“Eso se debe al ‘rebusque’ que algunos funcionarios deben asumir para poder mejorar sus ingresos salariales pues lo que a muchos les pagan en esas notarías es una verdadera ‘miseria’”, dijeron los conocedores del caso.
En sus denuncias, las dos Notarias coinciden en señalar a una mujer que trabajó en los dos despachos notariales y quien ahora bien podría ser un “chivo expiatorio” frente a la situación que ya está bajo revisión de la Superintendencia de Notariado y Registro que ha ordenado una auditoría a las dos Notarías.
“Esto podría terminar con que a las notarias les quiten el manejo de estos despachos porque no han demostrado precisamente diligencia en la guarda de la ‘fe pública’ y la transparencia de los procesos notariales que son tan delicados… están en riesgo patrimonios y hasta vidas de personas con esta situación”, afirmaron fuentes consultadas sobre el caso.
En cuanto a la mujer señalada como “autora” relata que ella no habría actuado sola y en una entrevista con los medios de prensa, dijo que hay varios “compañeros” que cuando ella llegó le instruyeron en la situación.
Hasta el momento, y según las propias notarias han citado en sus denuncias, en sus Notarías se habrían tipificado delitos como: falsedad ideológoca en documento público, suplantación de identidad, concierto para delinquir, abuso de confianza, fraude procesal, peculado por uso (agravados o sucesivos), delitos todos que habrían ocurrido sin que se dieran cuenta.
Lo grave de este caso, es que hasta el momento no hay cuantificación de la cantidad de documentos en entredicho jurídico, de cuántos procesos de trámite notarial en las Notarías 1ª y 2ª de Yopal se hubieran podido realizar bajo la sospecha del uso de documentos falsos, cuál es el papel de supervisión y vigilancia de las Notarias Edilma Barrera y Martha Villamil pues incluso, la exfuncionaria denunciada fue designada varias veces como Notaria encargada, en ausencia de la titular, y, cuántos y quiénes serían los funcionarios notariales presuntamente vinculados a este “cartel” de trámites ilegales…?
¿Se puede confiar en la transparencia del proceso notarial en Yopal…?, esa es la gran duda que ronda ahora la cabeza de los usuarios que esperan una pronta acción de la justicia investigativa en este caso que deja en entredicho la promesa notarial de que los Notarios son: “guardianes de la fe pública”.