Como un sacrificio impune, al parecer ejecutada por orden de paramilitares pero de la cual no se conocieron con claridad móviles ni autores materiales o intelectuales, se recuerda hoy el homicidio de LUIS MARÍA JIMÉNEZ, una de las más recordadas y queridas figuras de la política, asesinado por sicarios, el 10 de agosto de 1991, a las 6 de la tarde.
Autoridades de la época afirmaron que «Jiménez había sido amenazado en los meses previos a su muerte».
Al parecer éstas provenían por su lucha de redistribución de las tierras de la región entre los campesinos pobres, y en especial reclamaciones a un gitantesco predio llamado «Tamarindo» (cuya propiedad incluso hoy en día continúa en litigios) pues era el presidente de la Asociación de Usuarios Campesinos (ANUC) de Casanare».
A pesar de tener apenas segundo año de primaria como estudio, era un hombre con gran proyección política y gozaba de altísimo cariño entre clases populares del entonces Casanare agobiado por los comienzos el impacto petrolero en la región y el brote de presencias guerrilleras y paramilitares.
Jiménez fue inspector de policía, concejal, consejero intendencial y primer alcalde popular de Aguazul (1988 a 1990) y uno de los cofundadores del Movimiento de Unidad Popular Liberal de Casanare, al cual pertenecía entre otros el alcalde de Yopal, Emiro Sossa Pacheco (años más tarde también asesinado).
El homicidio de «el Patón», llamado así afectuosamente debido a su costumbre de andar descalzo prácticamente de forma permanente. ocurrió hacia las 6 de la tarde de aquel día, cuando se encontraba en una casa que ocupaba en arriendo junto a la sede de la Alcaldía, junto a su compañera sentimental y una niña «de brazos» (la menor de sus seis hijos, luego de su viudez y dos convicencias más) y contaba con 50 años cuando fue asesinado.
Día de la posesión de LUIS MARÍA JIMÉNEZ (a la izq.) como primer alcalde de elección popular 1988-1990 de Aguazul
LEGADO INOLVIDABLE
A propósito de la conmemoración del magnicidio, el exAlcalde de la localidad aguazuleña, Mauricio Jiménez Pérez, quien permanece en la clandestinidad alegando persecución jurídica y política luego de una condena en su contra, dijo sobre la memoria de su padre asesinado que «balas asesinas y los enemigos del desarrollo lo estigmatizaron y acribillaron por pensar diferente».
«Tal vez cegaron su vida, pero sus ideales y su pensamiento vivirán por siempre en el corazón de los aguazuleños y casanareños. Prometí como hijo que año tras año seguiría llevando el nombre de mi padre en alto hasta el fin de mi existencia…
«Sé que es difícil imitar a un hombre como LUIS MARÍA JIMÉNEZ porque las personas somos únicas e irremplazables, pero humildemente con muchos errores como ser humano, he tratado de seguir sus pasos y sus ideales, luchando por el bienestar de una sociedad reclamando a gritos que hagamos una autoevaluación, para mirar en qué estamos fallando , y por ende corregir el rumbo de nuestro departamento y nuestro municipio hacia uno más próspero.
«Quiero agradecer las voces de solidaridad hacia mí de las personas que me han acompañado en este penoso y tortuoso camino de injusticia, agradecer especialmente al campesino poeta (Jorge Eliécer Vargas) por su excelente exaltación y su homenaje póstumo a este gran líder LUIS MARÍA JIMÉNEZ …
«Descanse en paz… padre querido, que Dios y la Virgencita María lo tengan en la eternidad».
