Una versión extraoficial indica que el cuerpo sin vida que fue hallado en la madrugada de hoy, 17 de enero, sobre las seis de la mañana en aguas del río Meta, correspondería al de la lideresa casanareña Luz Marina Arteaga Henao, cuya desaparición fue denunciada por familiares desde el pasado 12 de febrero.
Según versiones de testigos, la mujer fue vista por última vez ese miércoles saliendo de su finca el pasado miércoles, 12 de enero; sin embargo, nunca regresó.
De acuerdo con información suministrada por la comunidad y su familia, Luz Marina Arteaga salió de su finca, El Raudal (ubicada en la vereda Matarratón), municipio de Puerto Gaitán (Meta) hacia el casco urbano de Orocué (Casanare), lugar de residencia.
Siendo las 4:30 p.m., desembarcó de la lancha en el lugar conocido como ‘el Paso de Pelencho’ en Orocué, a orillas del río Meta, donde fue vista por última vez con vida, hablando con un hombre de una motocicleta, cuya identidad y paradero son desconocidos.
Desde ese momento, no se tuvieron más noticias de Luz Marina.
La mujer, médica de profesión, es una reconocida líder campesina, defensora de derechos humanos y ha realizado trabajos de defensa de territorio, adscrita a varias OnG’s, en Meta, Casanare y el oriente del país.
“(…) ha representado a las comunidades campesinas históricas de El Porvenir y Matarratón en diferentes espacios de denuncia e interlocución interinstitucional. Esto la ha llevado a ser uno de los liderazgos más visibles en el proceso de exigencia de cumplimiento de las sentencias STP-16298 de 2015 de la Corte Suprema de Justicia y la SU-426 de 2016 de la Corte Constitucional, que ordena a la Agencia Nacional de Tierras (ANT) adjudicarles estas tierras, así como a las entidades gubernamentales la protección de los derechos fundamentales de estas comunidades campesinas históricas”, consigna una “alerta temprana” emitida por la OnG “Corporación Claretiana / Norman Pérez Bello”, que se pronunció al respecto.
La mujer ya había recibido al menos tres amenazas contra su vida, según casos documentados por dicha entidad y que incluso ya eran de conocimiento de autoridades competentes.
Según los antecedentes expuestos en la alerta temprana, en octubre de 2019 hombres desconocidos merodearon su vivienda por varias horas, y preguntaron insistentemente por su hora de llegada y demás información personal.
Sumado a ello, está la denuncia emitida el 16 de abril de ese mismo año, por parte de Omar Elkin Salgado, presidente de la JAC de la vereda Matarratón, quien reportó una amena de grupos paramilitares que vía telefónica le exigieron que debía abandonar el municipio, al igual que la lideresa Arteaga.
También se mencionó que un grupo de sujetos desconocidos la habría buscado con insistencia a bordo de una canoa en las riberas del río Meta, inmediaciones de su lugar de residencia en zona rural de Orocué.
Todos estos hechos se atribuyen directamente a su labor como defensora de derechos humanos y a la asesoría que brindó a reclamantes de tierras.
Tras los múltiples escenarios de amenaza y persecución, la mujer había pedido a la Unidad Nacional de Protección (UNP) el apoyo económico para trasladarse de manera segura desde el Meta a Casanare, sin embargo, el documento final nunca habría sido entregado.
Luego de las diligencias de recuperación del cuerpo, el cadáver se llevó al casco urbano de Orocué donde a esta hora se espera un pronunciamiento oficial de las autoridades.