Empuñando un arma de fuego y profiriendo amenazas contra la integridad moral y física de un periodista, el exalcalde de Paz de Ariporo, Favio Vega Galindo, exteriorizó su airada reacción por críticas que ha recibido del comunicador social.
La víctima, cuya residencia fue atacada por el exmandatario Vega, es el periodista y líder social, Heriberto González Benítez, quien de manera abierta ha denunciado casos de corrupción y hechos graves de violación de la ley que han rodeado la conducta pública de Vega Galindo, incluso durante su período como Alcalde.
El hecho que al parecer desató la furibunda reacción del cuestionado exmandatario, fue la crítica furibunda que el periodista hiciera desde su medio y redes sociales al papel de Vega que actualmente es abierto promotor de protestas y marchas contra la mandataria que lo sucedió en el cargo.
El caso actual tiene que ver con la inconformidad manifiesta de un sector de la ciudadanía y de la clase política local, contra un proyecto de constitución de una empresa de economía mixta para el manejo y prestación del servicio de alumbrado público en el municipio.
La discusión del proyecto se ha caracterizado por agrios debates en el Concejo Municipal, marchas de protesta (convocadas por exmandatarios como Vega y Camilo Abril, con claro interés político en el asunto) y ahora, este ataque del exalcalde.
“Usted no tiene autoridad moral…”, escribió el comunicador sobre la conducta de Favio Vega, recordándole la cadena de despropósitos de su administración, reflejados en un cúmulo de despilfarros y obras públicas con reprochables inversiones (como el Palacio Municipal o la Plaza de Mercado, entre otras) que incluso son objeto de seguimiento por parte de la Contraloría.
Como antecedente inmediato, el periodista ha hecho públicos varios mensajes de whatsapp donde el exmandatario le agrede verbalmente, lo hostiga y amenaza.
Sin embargo, el rencor de Vega hacia el periodista tiene un largo antecedente.
Los momentos más críticos los vivió el exmandatario cuando se reveló a la opinión pública un caso de presunto abuso sexual cometido contra una menor de edad de su círculo íntimo de influencia familiar y que lo mantiene desde hace ya cuatro años en un largo e inconcluso proceso penal donde lo representa jurídicamente nada más ni menos que Jaime Bernal Cuéllar, uno de los más reconocidos y costosos abogados del país.
En ese momento, fue insistente el seguimiento periodístico de Heriberto González hacia el caso que, cuatro años después, aún no tiene solución jurídica a la vista.