El artista callejero, dedicado al arte del grafiti, Diego Felipe Becerra tenía 17 años cuando fue asesinado por el patrullero de la Policía Metropolitana de Bogotá, Wilmer Antonio Alarcón.
El servidor policial que inicialmente alegó que la situación ocurrió en medio de una persecución y un enfrentamiento con supuestos ladrones, fue condenado a 37 años y seis meses de prisión y permanecía prófugo de la justicia hasta su captura esta mañana en Yopal.
El procedimiento se produjo por una acción del CTI de la Fiscalía y el GAULA Militar, luego de que el expolicía fuera detectado en la capital de Casanare.
El homicidio de Becerra, ocurrió la noche del 19 de agosto de 2011 mientras él y dos de sus amigos, estaban pintando grafitis en el noroccidente de Bogotá y fueron descubiertos por el uniformado de la Policía.
En ese entonces, altos mandos de la Policía Metropolitana de Bogotá informaron que la víctima supuestamente había fallecido, tras participar del hurto de un vehículo de transporte público y que murió al enfrentarse a la patrulla policial que lo requería.
Sin embargo, y a pesar de evidentes esfuerzos por alterar la escena del crimen, incluso plantando un arma y alterando algunas ubicaciones de la víctima y quienes participaron en la operación, el reporte del Instituto de Medicina Legal, empezó a aclarar el panorama de lo que en realidad, fue un homicidio.
El jovencito nunca portó un arma ni disparó alguna, tenía en su maletín en el momento de los hechos, pinturas y aerosoles.
El informe demostró no solo que la víctima no había participado del supuesto hurto del vehículo de transporte público sino que había sido plantada estratégicamente el arma de fuego en la escena del crimen, lo que permitió que empezará a investigarse sobre la alteración de la escena del crimen.
Al conocerse la noticia, la familia del joven artista asesinado expresó agradecimiento y dijo que si fuera por la Policía “el culpable nunca habría sido capturado”, insistiendo en que en las maniobras de alteración, participaron coroneles, generales y la línea de mando de la Policía Metropolitana de Bogotá.