Vestido con una pantaloneta negra, una camiseta gris, boca abajo y en medio de un enorme charco de sangre, en el piso de la sala de su casa, quedó sin vida el cuerpo del finquero aguazuleño Silvio Sanabria, asesinado sobre las 7:30 de la noche de este lunes 24 de mayo en cercanías del centro poblado de Cupiagua.
El señor Sanabria, un hombre dedicado a labores agropecuarias en su finca Pensilvania, y residente en dicho predio, ubicado por la vía hacia la antigua escuela de Alto Cupíagua (a unos 5 minutos del centro poblado), fue abordado de manera sorpresiva por dos sujetos motorizados, según las primeras versiones sobre el homicidio.
Según estas versiones preliminares, uno de los sujetos disparó en varias ocasiones contra el indefenso finquero, huyendo luego gracias a la oscuridad de la noche sin que se hayan revelado detalles de sus características físicas o de la motocicleta donde aparentemente se movilizaba con el otro sicario que participó en el crimen.
Fuentes que sobre el caso consultó EL NUEVO ORIENTE indicaron que don Silvio había manifestado alguna preocupación en torno a un tema que no alcanzó a ventilar con un líder del sector con quien había hablado hace algunos días y a quien le había comentado que «quería comentarle unas situaciones», sin que se supiera exactamente los pormenores de su preocupación.
«Esta situación nos llena de incertidumbre… pedimos que se genere una investigación completa y se esclarezcan los hechos», recordando que de manera reciente circularon algunos panfletos amenazantes que se referían de manera general a líderes de zonas petroleras de Aguazul y Yopal, sin que se pueda afirmar que el hecho tendría alguna relación con esta situación.
De inmediato, vecinos y amigos de la familia expresaron total solidaridad con la familia y pidieron investigar completamente estos hechos.