“Antonio Medina” no ha sido el único alias con el cual Omar Pardo Galeano se ha conocido durante su larga trayectoria en la guerrilla. El subversivo que a través de redes sociales intimida al sector empresarial del oriente del país, tiene un largo vínculo con las FARC, aunque a ciencia cierta no hay datos establecidos sobre su fecha de ingreso a dicha guerrilla.
Este boyacense (nacido hace 47 años y quien se encuentra identificado con la c.c. 1.053.338.314 expedida en Chiquinquirá), se ha hecho popular por la serie de mensajes intimidantes que vía whatsapp y redes sociales, se han hecho virales en Casanare, en los cuales cita y exige “colaboraciones” a finqueros, ganaderos e incluso dirigentes gremiales, como el Director Seccional de FEDEARROZ.
De Pardo Galeano se sabe que estuvo vinculado al frente urbano “Antonio Nariño” de las FARC en Bogotá, una milicia que por más de 15 años habría operado como brazo político, de apoyo logístico y lucha guerrillera en grandes ciudades, que tenía en Bogotá células activas en localidades como Usme y Soacha.
En dicha actividad guerrillera también se le conoció como “Adrián”, “Bersely” o “Culebro” y debido a su importante desempeño fue “promovido” como miembro militar a la columna móvil “Bladimir Esteban” (que operaba en el Meta), que en su momento de máxima capacidad armada tuvo entre 90 y 100 hombres.
De allí, habría escalado a la condición de cabecilla del Frente 28 (“José María Córdova”) de las FARC, una de las estructuras que desde su creación en los años 80 hacía parte del poderoso Bloque Oriental de esta guerrilla.
Omar Pardo Galeano se desmovilizó el 22 de enero de 2009 y el 28 de abril de ese año fue postulado por el CODA (Comité de Dejación de Armas) a la Ley de Justicia y Paz.
Sin embargo, en audiencias celebradas del 7 de octubre al 26 de noviembre del 2014, un Magistrado de Control de Garantías de Justicia y Paz le impuso medida de aseguramiento por los delitos de homicidio en persona protegida, actos de terrorismo, tentativa de homicidio en persona protegida, utilización de medios y métodos de guerra ilícitos y destrucción y apropiación de bienes protegidos.
Pardo Galeano quedó luego a disposición del Juzgado 4º de Ejecución de Penas de Ibagué. Por registros penitenciarios se estableció que por varios años estuvo recluido en la penitenciaría de Chiquinquirá (Boyacá).
Posteriormente, la Corte Suprema de Justicia en fallos a recursos de apelación interpuestos por la defensa contra un auto del 14 de marzo de 2017, mediante el cual la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá negó la libertad condicionada solicitada por ex integrantes del grupo subversivo FARC-EP, postulados a la Ley de Justicia y Paz, entre ellos “Antonio Medina”, negó tal posibilidad.
En sus declaraciones ante estas salas, siempre dio a entender que en su caso se habría producido un “engaño” por parte del Estado.
No está claro, cuánto tiempo permaneció encarcelado, pero es posible que buena parte de la etapa de negociaciones del gobierno Santos con las FARC (2012 – 2016) la hubiera pasado tras las rejas.
Según información de fuentes castrenses, Omar Pardo Galeano, con el alias de “Antonio Medina” reaparece el 28 de julio de 2018, ya como máximo cabecilla de la disidencia Frente 28 de las FARC, con injerencia en Casanare y Arauca. En dicha oportunidad, un reporte del GAULA adscrito a la 16ª Brigada informa de movimientos de hombres armados en tránsito por zona limítrofe de los dos departamentos, tomando contacto con pobladores y anunciando la reactivación guerrillera de dicha estructura subversiva, bajo dicho mando.
Un mes después, se difunde el famoso vídeo en que Iván Márquez, Jesús Santrich y más de una veintena de comandantes, anuncian el rearme de las FARC, aparentemente por incumplimientos del gobierno en torno al proceso de paz, por lo que desde entonces estructuras como estas reciben la denominación de GAOR (Grupos Armados Organizados Residuales) y que popularmente se les llama “disidencias”.
Aunque en sus discursos, vídeos y apariciones ante la prensa, “Antonio Medina” dice que el propósito de su guerrilla no es extorsivo y que procuran el desarrollo “social de las comunidades” (como lo afirmó en abril de 2019 al portal de noticias www.suversion.com.co) fuentes de inteligencia militar lo señalan de atroces actos delictivos en su área de influencia.
Además del régimen de extorsiones y amenazas con el que mantiene al departamento mediante vídeos que envía a quienes “invita” a encuentros y reuniones, a alias “Antonio Medina” se le señala de dar la orden para la comisión de los siguientes delitos:
- Presunto determinador de la muerte de Dumar Mauricio Mesa Camacho, ocurrida el 20 de agosto de 2019 en el parque principal de Paz de Ariporo.
- Se le señala como instigador de amenazas mediante panfleto en contra del líder social Cristian Méndez Velásquez, en Paz de Ariporo, el pasado 6 de abril de 2020.
- Inteligencia militar lo vincula al secuestro de José Desiderio Cruz García (en Paz de Ariporo) ocurrido el 2 de marzo de 2020 en la vereda Santa María de Chire, finca La Esparza.
- Sería el presunto determinador del homicidio de Darío Sepúlveda Parra y Jhoan Sebastián Tarache, así como de heridas a una tercera persona en el mismo episodio, que ocurrió el 8 de marzo de 2020 en zona urbana de Paz de Ariporo.
- Por orden suya se habría ejecutado una acción de ataque con arma de fuego contra Christian Ríos Caballero, en una acción armada en el sector de La Guafilla (Yopal), el pasado 30 de abril de 2020.
- También se le señala de enviar vídeos intimidantes a diversos sectores y dirigentes gremiales y del sector productivo de Casanare y Arauca.
En torno al lugar de realización de los vídeos, el general Jairo Alejandro Fuentes Sandoval, comandante de la 8ª División del Ejército, dijo que técnicamente pueden asegurar que éste se editó en Venezuela, país al que calificó de “un no muy buen vecino” por darle “cabida a estos sujetos”.
Afirmó que la presión proveniente de esta facción de la guerrilla se produce por la cantidad de golpes que en 2020 se le han dado a las guerrillas de las FARC y el ELN (capturas como las de alias “Mateo”, “el Cura o Poliarco” y “Manteco”; además de “Urías Cuéllar”, “Mono Milton” y “Culebro”, quien murió en combates con el Ejército).
El general Fuentes pidió a la comunidad no dejarse intimidar y aseguró que no hay presencia física de alias “Antonio Medina” en territorio colombiano.
Sin embargo, el sentimiento de zozobra es generalizado y a pesar de las voces de “tranquilidad” la guerrilla parece adaptarse a la modernidad de las extorsiones virtuales en contra de la comunidad a la que dice que llegó para ayudar al “desarrollo social”.
