Lo que parecía ser una sesión de trámite para elegir al nuevo secretario general de la Asamblea Departamental de Casanare para el año 2025, terminó convirtiéndose en un evento accidental, lleno de imprevistos, argumentos jurídicos y resultados inesperados.
En un inicio, se esperaba que las favoritas fueran Diana Jarro, actual Secretaria General, y Katerin Salinas, excontratista de la Gobernación de Casanare durante la era Barrera. Aunque la nueva mayoría conformada por el Centro Democrático, el Partido Liberal y el Nuevo Liberalismo logró elegir al secretario, la elección dejó en el aire la curul de la diputada Marisela Duarte debido a una recusación mal resuelta.
Recusaciones marcan la jornada
La sesión rápidamente se convirtió en un campo de tensiones jurídicas.
El primer episodio relevante fue el impedimento presentado por el diputado Jorge Eduardo García, quien decidió apartarse del debate al estar denunciado penalmente. La sorpresa vino con una recusación contra la diputada Marisela Duarte, argumentando su vínculo cercano con la candidata Katerin Salinas.
Las pruebas presentadas incluyen fotografías y publicaciones en redes sociales que evidenciaban su relación no solo con los gobiernos de Alirio Barrera y Marisela Duarte, sino también con Humberto Alirio Martínez, exsecretario de Planeación Departamental, y con la propia Duarte en su anterior campaña como candidata a la Gobernación. Este señalamiento encendió los ánimos.
Simultáneamente, se formularon otras recusaciones que ampliaron la complejidad del proceso.
Una fue contra Heyder Silva, presidente de la Asamblea, por ser testigo en la demanda que Diana Jarro presentó contra Jorge García. Otra, contra el diputado Juan Fernando Mancipe, surgió debido a la denuncia de Jorge García relacionada con los hechos investigados por la Fiscalía.
La acumulación de recusaciones se convirtió en la sesión en un debate jurídico, recordando episodios similares vividos durante la elección de la directora de Corporinoquía, Doris Bernal.
Tumban por segunda vez a un general de tres soles
Después de extensas intervenciones donde se discutió si las recusaciones procedían o no, el presidente de la Asamblea, Heyder Silva, solicitó a la plenaria votar la recusación contra Marisela Duarte.
Según las normas, la diputada no debía participar en este proceso. Sin embargo, influenciada por los diputados Juan Fernando Mancipe y Luz Mery Niño, Duarte cometió un error crucial: votó en contra de su propia recusación y luego participó en la elección del secretario general.
El resultado fue determinante. Con el voto de Duarte, Wilmer Vega obtuvo cinco votos frente a los cuatro que recibió Diana Jarro, lo que le permitió asegurar el cargo. Esta situación generó críticas, especialmente de los diputados Omar Ortega y Alejandro López, quienes argumentaron que la jurisprudencia de las altas cortes es clara.
La actuación de Mancipe dejó mal parado al Centro Democrático y por coletazo, al senador Alirio Barrera, esta vez al ser inducida al error su esposa, la diputada Marisela y condenando a la candidata Katerin Salinas, que tenía la bendición para ser la nueva secretaria general de la asamblea.
La visita de la «vicegobernadora»
Un detalle que no pasó desapercibido fue la visita de Denis Ortiz, hermana del gobernador César Zorro, conocida en círculos políticos como la «vicegobernadora» por su evidente influencia en el gobierno departamental.
Ortiz se reunió a puerta cerrada con diputados del Centro Democrático, el Partido Liberal y el Nuevo Liberalismo, donde aparentemente se definió el respaldo a Wilmer Vega, en concordancia con la recusación contra Marisela Duarte.
La presencia de Denis Ortiz en la sesión pone de manifiesto la importancia de esta elección, más aun teniendo de por medio la elección del Contralor Departamental el otro año y en la que la secretaria general de la asamblea juega un papel muy importante pues es la que define las reglas de juego de esa convocatoria.
Posibles demandas en el horizonte
La accidentada sesión, marcada por el desconocimiento del régimen de inhabilidades e incompatibilidades, podría desencadenar un complejo panorama legal.
Es probable que se presenten demandas de nulidad electoral argumentando vicios en el procedimiento, especialmente por la participación indebida de Marisela Duarte en la votación de su propia recusación y en la elección del secretario general.
Además, los errores cometidos por la diputada podrían derivar en una solicitud de pérdida de investidura, al haber violado las normas que regulan la imparcialidad en este tipo de elecciones.
Estas posibles acciones legales podrían abrir un capítulo de incertidumbre por la posibilidad de que esto afecte la conformación de la asamblea.
Por otro lado, el caso también pone en el centro del debate la falta de claridad jurídica con la que se manejan decisiones de alto impacto en el órgano legislativo.
Este vacío deja abierta la posibilidad de que nuevos conflictos sigan escalando, afectando no solo la gobernabilidad de la Asamblea, sino también el cumplimiento de su rol en temas estratégicos como la elección del contralor, uno de los temas clave del año 2025.