SUBACASANARE ACELERÓ COMPRA-VENTA VIRTUAL DE GANADOS EN TIEMPOS DE PANDEMIA
INFORME ESPECIAL
Con un volumen de transacciones estimado en $30 mil millones durante la época de confinamientos por pandemia y una estrategia de subasta ganadera virtual, SUBACASANARE es un ejemplo de cómo la “reinvención” puede ser posible en un negocio tradicional, gracias al uso de la informática y las tecnologías.
Humberto Alvarado, gerente de la Subasta Ganadera, y uno de los artífices del “salto tecnológico” de esta entidad (principal mercado de compra-venta de ganado en Casanare), dice que “esta estrategia se estaba pensando antes de conocerse todo esto de la pandemia, e incluso en febrero habíamos hecho ya un par de mercados ganaderos virtuales”.
Sin embargo, obligados a “apretar el paso” del proceso, debido a las restricciones de distanciamiento social y los confinamientos para prevenir el coronavirus, SUBACASANARE desarrolló un software y unas plataformas que son líderes en la comercialización nacional de ganados.
DE LO PRESENCIAL A LO VIRTUAL
Con dos jornadas habituales de mercados ganaderos y luego de más de 25 años de creación, SUBACASANARE había hecho de las subastas semanales un espacio de encuentro de centenares de vendedores y compradores que abarrotaban semanalmente la pista y corrales de exhibición de ganados, tanto en su antigua sede como la de ahora, en la vía a Mata’e Pantano, en Yopal.
“Por supuesto que ahora nos produce nostalgia ver la soledad de las instalaciones, pero eso se compensa con la participación virtual que ha crecido y que ahora nos permite tener compradores a nivel nacional, e incluso del exterior, como nos pasó hace poco”, dice Alvarado.
Obligados al cierre de la modalidad presencial, SUBACASANARE desarrolló entonces un modelo virtual de subasta, con participación “on-line” de compradores y vendedores.
Los ganados llegan los días del mercado (martes y jueves) bajo estrictos protocolos de ingreso (higienización de vehículos, transportadores y ganados) y luego de su verificación sanitaria, se exhiben en la pista tradicional.
“En el sitio tenemos el tradicional desempeño de los ‘martillos’, el comprador ve los ganados a través de una plataforma conectada a un sistema de cámaras, en la pantalla se coloca la ficha con el peso y estado general del animal y comienza la ‘puja’ por cada lote de ganado que, según el día es desde uno, o en lotes mínimos de 7 cabezas”, explica Alvarado.
TRANSPARENCIA DEL NEGOCIO
Para poder inscribirse en la subasta, el comprador se debe acreditar mediante una matrícula registrada ante Notario, con autenticación de datos y firma.
“Ese es un paso clave para acreditar la transparencia y seriedad en los negocios: sin ese requisito no permitimos acceso a las ‘pujas’ porque velamos que a los propietarios del ganado se les cumpla con los pagos, así como por la calidad del ganado que se ofrece en nuestro mercado”, agrega Alvarado.
La participación del comprador se realiza mediante una “paleta virtual” cuyo número se asigna según el orden en que sea solicitado, se activa mediante una aplicación de teléfono móvil y se activa con un código secreto y exclusivo para cada comprador.
“Es decir, que la vigencia de la ‘paleta virtual’ con la cual el comprador ofrece por los ganados cuando comienzan las pujas, es únicamente para la subasta correspondiente al día en que la solicita; o sea que si un comprador del martes participa en el mercado del jueves, su número de ‘paleta’ normalmente es distinto, si es el mismo es coincidencia en el orden en que la solicitó”, agrega Alvarado.
El éxito del mercado virtual ha sido tan grande que modelos parecidos ya se están aplicando en mercados ganaderos de la Costa Atlántica, el Magdalena Medio, entre otros.
