Con una travesía de tres días, el Hospital Itinerante de la Gobernación de Casanare se dirige al resguardo indígena Caño Mochuelo, en jurisdicción de Hato Corozal, para cumplir su jornada número 19 este fin de semana.
El equipo de profesionales de la salud avanza por tierra y agua con el propósito de llegar a esta comunidad indígena al norte del departamento.
Hasta la fecha se han realizado más de 623 cirugías y 24.582 atenciones médicas en Casanare, lo que convierte esta estrategia en referente nacional por acercar servicios humanizados y de calidad a poblaciones apartadas.
La misión transporta camas hospitalarias, equipos biomédicos y medicamentos, superando lluvias y el cruce de los ríos Meta y Casanare, con el fin de garantizar atención médica especializada a las familias del resguardo.
Zorro, quien lidera esta iniciativa, insiste en que la distancia y los obstáculos no pueden ser excusa para negar el derecho a la salud. Y es ahí, en medio de la sabana y los ríos, donde el hospital itinerante se convierte en esperanza.




