Alias «el Salomón», el cabecilla del Tren de Aragua capturado en Aguazul (Casanare) luego de una labor de seguimiento de autoridades policiales que le seguían la pista desde Bogotá, movía recursos delictivos promedio de $2.000 a $3.000 millones al mes, producto de una red de tenebrosos extorsionistas, sicarios y delincuentes, que tenía a su servicio en vastas zonas de la capital del país.
Así lo dieron a conocer autoridades de Policía a propósito de la captura de SALOMÓN FERNÁNDEZ TORRES, considerado uno de los actores claves de los delitos que esta organización trans-nacional con origen en Venezuela, adelantaba en la capital del país.
El sujeto huía de una redada policial que a finales de mayo dejó la captura de más de 23 miembros de esta estructura delincuencial que operaba preferencialmente en zonas del suroccidente de Bogotá y sectores comerciales e industriales de Soacha.
La tarea delictiva de estos individuos consistía en apoderarse de redes de distribución de estupefacientes y microtráfico pero también imponer un régimen de terror obligando a comerciantes, transportadores y empresarios locales, a pagar «vacunas» so pena de amenazas de atentado.
Autoridades de Casanare, Bogotá y el Director General de la Policía, dijeron que se trata de un rudo golpe contra esta organización criminal pero que las operaciones en contra del Tren de Aragua continúan.
Entre tanto, en Casanare y Aguazul, algunos sectores expresaron preocupación porque temen que la presencia de este delincuente sea indicador de que esta estructura criminal quiera hacer presencia en el departamento, compitiendo por mercados criminales locales con otras organizaciones como el ELN. Disidencias FARC y el Clan del Golfo, que han recibido fuertes golpes operacionales a lo largo de los últimos meses.
