Una flotilla de vehículos acorazados, desplegó el Ejército colombiano en Arauca, con el ánimo de reforzar la potencia de fuego y la capacidad de movilizar tropas en procura de la persecución y captura de cabecillas guerrilleros, en medio de la aguda situación de conflicto que afecta al vecino departamento desde comienzos de año.
Se trata de dos unidades Titán Acorazado que se suman a dos vehículos de este tipo que operan en la zona desde septiembre de 2021, completando así cuatro los automotores de estas características que hacen presencia allí.
Según declaraciones del Mayor General, Jorge Eduardo Mora López, comandante de la 8ª División del Ejército, los automotores complementan las acciones de búsqueda, en procura de la captura de los cabecillas de las facciones criminales y delictivas de las autodenominadas ELN y Frente 28 y 10 de las FARC, alias “Antonio Medina”, “Pablito”, “Arturo” y “Culebro”, por quienes se ofrecen recompensas que van desde los 300 millones hasta los cuatro mil millones de pesos.
¿QUÉ ES EL “TITÁN ACORAZADO”…?
Se trata de un potente automotor de transporte de tropas, dotado con capacidades tecnológicas, técnicas y de blindaje, que le confieren una gran resistencia contra explosivos y ataques con proyectiles de alto poder.
Este vehículo posee la capacidad de transportar a 23 hombres armados y equipados con su respectivo abastecimiento, conductor, artillero y comandante de unidad.
El desarrollo de este vehículo, basado en el chasis de un camión civil Chevrolet FVR, inició en 2013 cuando fue incorporado a los inventarios del Ejército donde fue sometido a exigentes evaluaciones técnicas y se le puso a prueba en patrullajes y zonas de combate en las zonas más conflictivas y violentas de Arauca.
Durante siete años estuvo involucrado en al menos diez emboscadas en las que fue alcanzado por balas de fusil y granadas, que no provocaron mayores daños en la estructura del vehículo. En dichas situaciones extremas ningún soldado perdió la vida y debido a su resistencia fue calificado como “la Bestia”.
Desde 2020, el blindado fue trasladado a la Escuela de Caballería en Bogotá donde se le sometió a un proceso de modernización, incorporándole doble capa de blindaje nivel BR6, piso en forma de V para disipar ondas explosivas y llantas tipo Run-Flat a prueba de balas, además de un sistema de cámaras día/noche.
En 2021 se contrató el ensamblaje de cinco unidades más, a un costo superior a cinco mil millones de pesos.
Como parte de su protección activa, “la Bestia” dispone de una estación de armas, en las que pueden acoplarse ametralladoras tipos FN HERSTAL M-249 (de 5.56×45 milímetros) y US Ordnance M-60E4 (de 7.62×51 milímetros), así como siete troneras (seis laterales y una posterior) desde las que pueden accionarse las armas de dotación (fusiles); además de un dron/UAV ubicado en su techo, operable incluso con el vehículo en movimiento.
