Una orden directa y perentoria del General Fabio Leonardo Caro Cancelado (comandante de la 8a División del Ejército), movilizó a los comandos territoriales de la 16a Brigada, el GAULA Militar y el Batallón «Ramón Nonato Pérez» para responder a la amenaza delictiva del microtráfico, la presencia del Clan del Golfo y los hechos de sicariato que tienen atemorizada a la comunidad de Maní.
La preocupación del máximo comandante del Ejército en la jurisdicción de Casanare se motivó ante las siniestras consecuencias que se advierten luego de los dos últimos homicidios por modalidad sicariato que se registraron en el casco urbano del municipio.
«Se esperan retaliaciones, ya se habla del rebrote del ‘Clan de los Soto’, la agudización del conflicto por la propiedad de la finca Fronteras en el Bebea, la intensificación de la presencia del Clan del Golfo y vendettas entre grupos de distribución de microtráfico que se han fortalecido en el municipio y que hacen presencia incluso en asentamientos ilegales y barrios subnormales», dijo un analista a EL NUEVO ORIENTE.
En su más reciente edición impresa, precisamente, este medio había advertido las consecuencias que se podrían venir para la localidad que en 2022 registró la tenebrosa cifra de 13 actos sicariales, el más reciente contra una persona que tenía una verificación de protección policial, Gualberto Suárez Guerrero, «Beto».
A dicha muerte, con la que se cerró el capítulo de sicariatos 2022 en Maní, se sumó la de este 4 de enero, en la persona de Juan Sebastián Montes González, un joven maniceño de 24 años abatido a balazos en un local de videojuegos y cuyo homicidio es investigado por las autoridades.
Sin embargo, llama la atención el balance «tranquilizador» que a finales de noviembre pasado entregó en una reunión de seguridad con presencia de la Comisión 2a de la Cámara de Representantes, el propio Alcalde, Jersson Montoya, quien dijo que en su municipio la situación era «relativamente tranquila», ante congresistas y altos mandos de Ejército y Policía en la región.
Sin embargo, la sensación en las calles de Maní no es tranquilizadora.
«Además de una mayor presencia de la institucionalidad municipal, la gente se sigue preguntando por la acción de inteligencia policial y del personal uniformado, que se prometió iba a dar mejores resultados pero hasta el momento han sido más los éxitos operativos del Ejército (responsable de la mayoría de capturas contra miembros del Clan del Golfo) que los de otras fuerzas», se concluye estadísticamente del balance de golpes que durante el 2022 se propinó a esta estructura criminal.
Hasta el momento no han trascendido las decisiones pero se sabe que la orden del general Caro fue clara: «Maní no nos puede quedar grande…», la respuesta ahora es de los comandantes del Batallón «Ramón Nonato», la 16a Brigada y el GAULA, que recibieron la orden perentoria de su máximo comandante y activaron un Puesto de Mando Unificado (PMU) que se espera muy pronto tenga resultados.