Un hecho que inicialmente se creyó era un accidente de tránsito fue en realidad un acto sicarial que deja un saldo de dos personas sin vida, una de las cuales falleció en el sitio de los hechos mientras que otra murió cuando era atendida en el centro de salud de Maní.
Se trata de dos sujetos (uno de los cuales era de nacionalidad venezolana) cuya identidad correspondía a Jefferson Ochoa Cruz y José Sílice Padron y que fueron encontrados a un lado de la vía que conduce de Maní a Aguazul, a unos 20 kilómetros de la localidad maniceña, inmediaciones de la vereda Matepiña, tirados en el suelo y junto a una motocicleta.
Alertada por el llamado de la comunidad, en el sitio de apersonó la Inspectora de Policía quien al verificar que se presentaba un cuerpo sin vida y con herida de arma de fuego a la altura del abdomen, al igual que quien en ese momento aún se encontraba con vida, notificó de inmediato a autoridades policiales para la atención del caso.
Extraoficialmente se conoció que la segunda víctima falleció minutos después en el Hospital de Maní adonde fue llevado por socorristas.
Trascendió que uno de los dos fallecidos sería propietario de un taller o centro de reparación de electrodomésticos en el municipio y se desconoce si él y la otra víctima, tenían antecedentes judiciales.
Este hecho podría confirmar los rumores que han circulado sobre una supuesta guerra territorial de microtráfico que se habría declarado entre facciones delincuenciales que manejan este negocio ilícito en Maní y se identifican a nombre del Clan del Golfo contra el Tren de Aragua.