«Quizá no vuelvan más ‘envenenados’ y desafiantes», dijo una eséptica testigo del procedimiento de deportación que autoridades de Migración Colombia y la Alcaldía de Yopal, aplicaron a dos migrantes, sindicados de cometer diversos delitos como hurto calificado y lesiones personales.
Los individuos fueron recapturados por la Policía luego de que hubieran fugado de las autoridades que ya les habían «echado el guante».
En el momento de su detención, les fueron requisadas dos temibles armas, un machete y un cuchillote que usaban para intimidar a sus víctimas en medio de sus frecuentes episodios de atraco.
Luego de su individualización y reseña en las instalaciones de Migración Colombia en Yopal, los sujetos fueron enviados a zona fronteriza donde se les entregaron a las autoridades venezolanas en el puesto de control del puente internacional José Antonio Páez.
Sin embargo, ante la poca o nula efectividad del control de las autoridades del vecino país se teme que los sujetos regresen nuevamente a deambular por las calles de la capital casanareña y a cometer sus fechorías.
