A golpes de cuchillo y con la ayuda de perros pitbull que impidieron su huida, cuatro sujetos habrían participado en el homicidio de Jhon Lever Robles Rojas, un joven de escasos 21 años de edad, quien perdió la vida en las primeras horas de este domingo, en un sector del barrio Casimena de Yopal.
Robles Rojas, conocido con el alias de Pinky, estaba cobijado por detención domiciliaria luego de reiteradas capturas por el delito de hurto, conducta por la cual presentaba al menos siete anotaciones en el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) según autoridades policiales a cargo de la investigación.
Precisamente, en octubre de 2019, Pinky y otro sujeto fueron capturados luego de cometer un hurto en el que se apoderaron de un teléfono celular.
Según el dramático relato de la mamá de la víctima, el joven abandonó su casa el sábado en la noche para compartir con «unos amigos», llevando un celular que ella le había prestado para comunicarse con su esposa con la cual, al parecer, sostenía alguna disputa y quería hablar con ella.
«Yo solo quiero que dejen a mi hijo descansar en paz… él pudo cometer sus errores pero esta vez fue asesinado por robarlo, él no estaba haciendo nada malo, por eso pido que no lo juzguen, ‘el que esté libre de pecado que tire la primera piedra'», aseguró la atribulada mujer.
Según su testimonio, «Pinky» después de pasar varias horas con sus presuntos victimarios, llegó a su casa hacia las 2 de la mañana, pidiendo ayuda porque lo habían robado. «Yo sentí ruidos en la puerta y cuando le abrí él me dijo que le habían robado el celular y que sabía donde estaban los tipos», dijo.
La mujer, le pidió a su esposo que acompañara al hombre a reclamar su teléfono, por lo cual este volvió a una casa donde se encontraban alias «Rubio», «Panela», «Panameño» y «Uribe», a quienes ella atribuye la autoría en el homicidio de su hijo.
Según las autoridadades, durante el reclamo de «Pinky» por el robo de su celular, el joven fue atacado a cuchillo, y al intentar huir un perro pitbull le inmitidó poniéndolo al alcance de sus presuntos victimarios que no habrían tenido piedad al agredirlo con arma blanca.
Luego de caer herido, «Pinky» trató de ser transportado al Hospital por el esposo de su mamá, cometido que no logró porque se cayó de la moto. «Mi marido vino por mí, lo recogimos y lo llevamos al Hospital, pero cuando llegó determinaron que estaba sin signos vitales», testificó la mujer.
Las autoridades investigan los hechos de lo que se constituye en el homicidio #30 que se comete en lo corrido de 2020 en el departamento de Casanare.
