Con un homenaje póstumo, desfile de caballistas tradicionales y la admiración de su pueblo como uno de los grandes exponentes de la cultura llanera de Maní, será despedido hoy don Emiro González, uno de los más recios e insignes vaqueros y llaneros de este municipio casanareño.
Nieto e hijo de fundadores del municipo, don Emiro era apodado «el Cura» desde su más tierna infancia y se caracterizó como un «llanero de llaneros», nació el 8 de diciembre de 1954, en Maní, dominó todas las artes de la vaquería, el coleo y el trabajo de llano, hasta convertirse en campeón de vaquería, trabajador de llano, y coleador, adscrito al Club Municipal «El Caporal» y al Club de Vaqueros.
Se le recuerda como un baluarte e insignia de la llaneridad y hasta cuando la salud se lo permitió, él mismo encabezaba las faenas ganaderas de su finca.
Era conocido con el mote familiar de «el Cura», desde cuando su padre, cuando era todavía muy pequeño, le dijo: «usted cuando grande va a ser cura o policía… y él le respondió que sería un cura…», obviamente, nunca lo fue, pero quedó con el apodo y se convirtió en la base de una familia llanerísima, respetuosa de la tradición del trabajo ganadero.
Además de ser trabajador de llano, era un seguidor de la música criolla pero por encima de todos prefería la música e interpretaciones de Juan Farfán, de quien prefería la interpretación musical de la canción «Café con sal».
Su sepelio se realiza hoy domingo 23 de octubre y su féretro será acompañado por centenares de caballistas que lo acompañarán desde la iglesia hasta el cementerio, donde la Alcaldía le rendirá un homenaje póstumo cultural y folclórico en homenaje a un hombre que lo dio todo por enaltecer los valores de la llaneridad en Maní.